¿Un partido fascista?

3 de Marzo de 2025

¿Un partido fascista?

Desde su creación en 2013, Alternativa para Alemania ha evolucionado de un partido euroescéptico a uno de marcada ideología nacionalista, antimigración y antifeminista

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Desde su fundación en febrero de 2013, Alternativa para Alemania (AfD) ha sido objeto de debate y controversia tanto dentro como fuera del país. Nació como un partido euroescéptico que planteaba una postura conservadora, aunque inicialmente moderada. Sin embargo, con el tiempo, su discurso ha evolucionado hacia posiciones cada vez más radicales en materia de migración, género y soberanía nacional. Este cambio ha propiciado la adhesión de un sector del electorado que se siente descontento con las políticas de los partidos tradicionales, particularmente en las regiones que conformaban la antigua República Democrática Alemana. Aun así, su evolución ideológica genera preocupación en el ámbito internacional, debido a los vínculos percibidos con el extremismo de derecha.

Desde su creación en febrero de 2013, Alternativa para Alemania (AfD) ha mantenido un rumbo cambiante y contradictorio. Formado inicialmente como una organización ligeramente euroescéptica y conservadora, a lo largo de los años ha virado hacia una ideología altamente nacionalista, antimigración y antifeminista, por mencionar algunos ejemplos.

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Originalmente fundado por algunos de los miembros de la Unión Demócrata Cristiana, entre los que se encontraban Bernd Lucke (actualmente profesor de macroeconomía en la Universidad de Hamburgo) y Alexander Gauland (presidente de honor de la AfD), el partido ha sumado gran parte de sus adeptos entre los votantes de los estados que conformaban la República Democrática Alemana, una preferencia que se vio reflejada en las recientes elecciones.

Dada su naturaleza considerada de “derecha radical”, tanto dentro como fuera de Alemania han surgido preocupaciones sobre los posibles guiños al fascismo que pueda tener e implementar en caso de que llegara al poder. En este sentido, Pedro Arturo Aguirre, analista de asuntos internacionales y autor de varios libros, señaló a ejecentral que no se trata de una organización fascista. “El partido no es fascista. Formalmente rechaza el nacionalsocialismo y dice respetar la democracia y la constitución alemana”, fueron sus palabras.

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Foto: X (@AfD)

Aunque mantiene una postura muy rígida contra la migración, los musulmanes o el cambio climático, no existe un consenso total dentro de sus filas. Tal es el caso de Beatrix von Storch, vicepresidenta del partido, quien se ha posicionado en contra de las uniones LGBT+, mientras que Alice Weidel, otra de las líderes, es una mujer lesbiana unida civilmente a una ciudadana suiza, con quien incluso ha adoptado dos hijos.

“Alternativa para Alemania, y los partidos de extrema derecha en Europa, no son fascistas, antisistema ni antidemócratas”, puntualizó Pedro Aguirre. Sin embargo, no hay que dejar de señalar los guiños al extremismo que se han observado en algunos de sus integrantes. En 2016, Frauke Petry, entonces líder del partido, fue duramente criticada por usar el término “völkisch”.

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Aunque la palabra alude a lo relativo al pueblo alemán y lo nacional, se trata de un concepto que los nazis utilizaron para diferenciar a los alemanes de los judíos y otros grupos, a los que etiquetaban como “racialmente inferiores”.

En una entrevista a un diario local, Petry había declarado que “deberíamos trabajar para devolverle una connotación positiva a este concepto”, tras lo cual especialistas señalaron que “es sinónimo de nacionalismo extremo e incluso de racismo. Hasta el día de hoy es un símbolo del nazismo y de su ideología de erradicar y matar todo lo que no sea alemán”.

Asimismo, en 2017, Björn Höcke, actual líder de AfD en el estado de Turingia, señaló que “los alemanes son el único pueblo en el mundo que planta un monumento de la vergüenza en el corazón de la capital”, y denominó la actitud del país como una “política ridícula de lidiar con el pasado”.

Pese a estas posturas –que si bien deben ser analizadas y sancionadas–, lo cierto es que Alternativa para Alemania, como organización, y en sus estatutos, se ha mantenido prudentemente alejado de otras connotaciones fascistas. Y es una postura que se ha visto en otros partidos considerados radicales en Europa. “Son opciones más nacionalistas, antimigracionistas, más desconfiadas de la Unión Europea. Eso los distingue de la derecha tradicional, que es más europeísta y que en el tema de migración es un poquito más tolerante, sólo un poquito”, puntualizó Aguirre.

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Bajo este panorama, será importante observar con atención sus próximos movimientos y acciones, teniendo en cuenta que, si bien no formará parte del gobierno alemán, sí obtendrá más poder y visibilidad gracias a sus resultados en las recientes elecciones.

›Aunque AfD ha adoptado posturas radicales en temas como la migración y el nacionalismo, en sus estatutos oficiales se mantiene alejado de cualquier vinculación directa con el fascismo.