Ucrania y Rusia, una guerra desgastante

14 de Octubre de 2024

Ucrania y Rusia, una guerra desgastante

Ucrania y Rusia

El presidente Volodymyr Zelenski enfrenta dificultades crecientes en la guerra contra Rusia: tropas agotadas, falta de reclutas, avance ruso y dependencia de ayuda militar extranjera

A casi tres años de que iniciara la guerra entre Rusia y Ucrania, el presidente Volodymyr Zelenski enfrenta una de sus crisis más serias.

Ante el avance de las tropas rusas y la imposibilidad de vencerlas, el mandatario ucraniano ha mantenido sus reuniones con líderes internacionales, como los candidatos a la presidencia de Estados Unidos: Donald Trump, a quien presentó su “Plan de Victoria”; Kamala Harris, quien le prometió un “apoyo inquebrantable”; y el presidente Joe Biden, con quien consiguió un nuevo paquete de ayuda de ocho mil millones de dólares.

Asimismo, el presidente ucraniano volvió a presentarse en la Organización de las Naciones Unidas, donde aprovechó para denunciar al presidente ruso, Vladímir Putin, de atacar las plantas nucleares y la infraestructura ucraniana.

“Cualquier incidente crítico en el sistema de energía podría causar un desastre nuclear. Un día así no debe llegar nunca. Moscú tiene que entenderlo, y eso depende en parte de su determinación y de la presión que se ponga sobre el agresor”, fueron sus palabras.

Tras más de 31 meses de guerra con Rusia, el panorama de Ucrania no es el más favorable. Tal como lo anunció Putin hace meses, su objetivo no es una victoria rápida, sino una “guerra de desgaste”. Los resultados ya se están viendo, con tropas ucranianas agotadas, un notable avance del enemigo en tierras ucranianas y la falta de nuevos reclutas.

Si bien Occidente ha prometido seguir apoyando a Ucrania –y se espera que cumpla–, el nuevo armamento no soluciona el problema de la falta de reclutas. Con un estimado de más de 70 mil soldados muertos y 120 mil heridos, el reclutamiento se ha convertido en una verdadera urgencia para el ejército ucraniano.

En redes sociales y de boca en boca, se comparten noticias de reclutamientos forzosos que pueden ser considerados hasta secuestros, mientras el ejército ruso cuenta con aproximadamente un millón 633 mil soldados activos y dos millones en reserva.

A la fecha, Rusia ha logrado ocupar exitosamente cerca del 20% del territorio ucraniano, mientras que las tropas ucranianas no han logrado victorias significativas.

La dependencia de ayuda militar es otra de las debilidades del ejército ucraniano. La escasez de esta ha dejado al país sin defensa aérea, lo que ha sido aprovechado por los soldados rusos para atacar infraestructura como centrales eléctricas e instalaciones energéticas. De cara a un nuevo invierno en guerra, se esperan cortes de luz de hasta 18 horas.

Hasta el momento, y según datos del Consejo de Relaciones Exteriores –un think tank estadounidense sin ánimo de lucro–, Ucrania ha recibido cerca de 175 mil millones de dólares, distribuidos en cinco paquetes de ayuda. El apoyo va desde aviones F-16 de fabricación estadounidense hasta tanques de batalla Abrams y misiles antiaéreos.

Por parte del G7, el líder ucraniano recientemente recibió 50 mil millones de dólares para la defensa de su país, un monto que Putin calificó de “robo”, toda vez que proviene de activos rusos congelados por las grandes potencias.

Sin embargo, ninguna de estas ayudas ha significado un cambio en el frente, ya que, a pesar de las sanciones internacionales, Rusia aún mantiene una economía sólida, a diferencia de Ucrania, cuya economía se ha desplomado. Esta ventaja permite que Putin cuente con una industria armamentística fuerte, a diferencia de Ucrania, dependiente de la ayuda exterior.

Otro motivo es la desmoralización tanto de la población como de los soldados ucranianos. Las victorias rusas incluyen la ocupación de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, la captura de la central nuclear de Chernóbil, el sitio de Mariúpol y la toma de Melitópol, entre otros, mientras que la defensa ucraniana se ha limitado a ganar algunas batallas en diversas localidades.

Finalmente, otra de las causas que han dejado al ejército ucraniano rezagado es el actual conflicto en Medio Oriente, que se intensificó el pasado 7 de octubre de 2023. Siendo Israel uno de los aliados más importantes de Estados Unidos, muchos de los esfuerzos –junto con el interés internacional– se han enfocado en esta zona.

En este sentido, algunos políticos y ciudadanos estadounidenses ya comienzan a resentir los estragos económicos de apoyar a dos países ajenos a su gobierno. Uno de ellos fue el propio Donald Trump, quien, durante su última reunión con Volodymyr Zelenski, aprovechó para dejar clara su postura.

“Zelenski es quizá el mejor vendedor de todos los políticos que han existido. Cada vez que viene a nuestro país se va con 60 mil millones de dólares. Luego llega a casa y anuncia que necesita otros 60 mil millones de dólares. Nunca se acaba. Nunca se acaba. Eso lo arreglaré yo”, fueron sus palabras, al hacer eco del sentimiento que comparten los aliados de Ucrania.

Ucrania enfrenta cortes de luz de hasta 18 horas en pleno invierno, tras los ataques rusos a centrales eléctricas e instalaciones energéticas críticas, al aprovechar la falta de defensa aérea en el país.