Tauromaquia, una tradición en peligro de extinción

25 de Marzo de 2025

Tauromaquia, una tradición en peligro de extinción

La subsistencia de las corridas de toros en México da un paso atrás con el avance de iniciativas que buscan su prohibición o regulaciones que, desde la óptica taurina, atentan contra un arraigo cultural que ha trascendido generaciones

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El toreo, también conocido como “fiesta brava”, fue considerado por Octavio Paz como “poesía en movimiento”. Sin embargo, el arraigo cultural de la tauromaquia, una tradición que ha acompañado a nuestro país desde la época colonial, está en peligro de extinción con el avance de legislaciones que buscan prohibirla o regularla.

El paso al frente que dio el Congreso de la Ciudad de México con la aprobación de un dictamen para llevar a cabo corridas de toros “sin violencia”, que prohíbe el maltrato y la muerte del toro de lidia dentro o fuera de la plaza, ha reavivado las tensiones entre quienes defienden la preservación del toreo como una tradición cultural y aquellos que exigen la modernización de un espectáculo sin violencia ni maltrato animal.

En entrevista con ejecentral, Pedro Haces Lago, el único diputado local que votó en contra de las corridas taurinas sin violencia, reconoció que la “fiesta de los toros” enfrenta desafíos que no deben implicar su prohibición o extinción, sino una modernización.

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“Lo que siempre digo es: prohibido prohibir”, sostuvo el diputado de Morena, al reiterar que su voto en contra fue en apego a sus ideales, y no en contra de su grupo parlamentario o del gobierno que encabeza Clara Brugada Molina, a quienes reconoció por impulsar una reforma que regule, más no prohíba, la tauromaquia.

Congreso CDMX

Por una modernización

El legislador destacó que los 210 días que se tienen a partir de la aprobación del dictamen para la elaboración de un reglamento que definirá los lineamientos de la tauromaquia en la capital, son fundamentales para que, entre los expertos taurinos y el gobierno, se establezcan “reglas claras” hacia la “modernización y una evolución de la fiesta brava”.

Respecto a la importancia de preservar las corridas de toros, Pedro Haces refirió que “quienes somos ganaderos del toro de lidia no lo vemos como un negocio, sino como la preservación de una raza ancestral; tendremos que trabajar todos y todas los taurinos para que esto no tenga una afectación”.

Así, señaló que en la actualidad no se tiene un dato preciso sobre cuál hubiera sido el impacto en caso de que se aprobara la prohibición de las corridas para quienes trabajan y dependen directa o indirectamente de la fiesta taurina, por lo que Haces Lago enfatizó la relevancia de preservar el toro, los empleos, la cultura y la tradición que ha implicado durante muchas generaciones.

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“Por eso celebro la decisión de nuestra jefa de gobierno de haber expuesto su punto de vista y no permitir una prohibición irresponsable que genere impactos inmediatos, sino una solución, una modernización, y es en lo que me toca trabajar. Yo voy en favor de la modernización”, reiteró el diputado por Tlalpan.

Regulación ¿inconstitucional?

Con el antecedente de la reforma constitucional aprobada en diciembre pasado, en la que se estableció que todo lo referente a la protección animal, protección del medio ambiente, equilibrio ecológico y cultura deportiva, entre otros aspectos, quedaba a cargo de la Federación, a través de una ley general, la cual no ha sido expedida a la fecha, activistas taurinos ven una violación al estado de derecho y la Constitución con la reforma aprobada en el Congreso capitalino.

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EJECENTRAL

César Cantoral Cárdenas, integrante del Capítulo CDMX de la organización Tauromaquia Mexicana, señaló que, si bien dicha ley general no ha sido expedida, la reforma constitucional está vigente y, en consecuencia, el Congreso capitalino carece de competencia para hacer alguna regulación en la materia, incluida la tauromaquia.

“No raya en el tema de la ilegalidad. Es completamente inconstitucional el hecho de que el Congreso haya legislado y haya hecho reformas y adiciones a normas cuando no tienen ni siquiera la facultad para hacerlo. Me sorprende muchísimo que de la Comisión de Puntos Constitucionales no haya podido analizar esa perspectiva”.


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El también abogado por la Escuela Libre de Derecho criticó la falta de consulta en el proceso de reforma que se llevó a cabo en la Ciudad de México. “No tuvimos oportunidad de escuchar a la comunidad taurina sobre cómo va a ser esta regulación sin violencia y qué es lo adecuado para la fiesta y para el propio toro de lidia”.

De cara al “debate real” que en mayo tendrá lugar para la creación de la ley general derivada de la reforma que prohíbe el maltrato animal, el activista taurino destacó que la tarea estará a cargo de los abogados para promover amparos, argumentar la inconstitucionalidad de las normas y continuar con los espectáculos taurinos, hasta en tanto el medio taurino sea escuchado de manera adecuada.

“Lo que tendremos que hacer es una defensa jurídica férrea a través de los amparos indirectos correspondientes; los gobernadores de los estados donde hay, por ejemplo, declaraciones de patrimonio inmaterial de las corridas de toros tienen legitimación para promover también acciones de inconstitucionalidad en contra de la ley secundaria que se vaya a emitir por motivo de esta reforma constitucional, y eso es lo que tenemos que hacer como comunidad taurina, unirnos y afilar los lápices para hacer los mejores amparos posibles en contra de estas modificaciones”, advirtió.

Legado a la deriva

Desde aquella primera corrida de toros, celebrada un 13 de agosto de 1529 en lo que entonces era la Nueva España, hoy México, la llamada fiesta brava se ha ido incrustando en la identidad cultural de nuestro país, donde se ha enriquecido con elementos propios de la cultura mexicana, como la charrería, lo que la distingue de otras expresiones taurinas en el mundo.

Desde un punto de vista cultural, Cantoral destacó que la tauromaquia es una tradición profundamente arraigada en el pueblo mexicano. A lo largo de los años, muchas personas han asistido a los espectáculos taurinos como parte de un legado familiar, transmitido de abuelos a padres. Incluso, los mexicanos hemos incorporado elementos propios de nuestra identidad nacional, como la charrería, a esta práctica.

Hoy en día, Aguascalientes, Tlaxcala, Guanajuato, Hidalgo, Querétaro, Zacatecas, Nayarit, Colima y diversos municipios en toda la República han declarado la fiesta taurina como patrimonio cultural inmaterial. Según datos de Tauromaquia Mexicana, el valor anual global de la actividad taurina en nuestro país supera seis mil 961 millones de pesos.

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Además de generar impuestos superiores a 816 millones de pesos, se estima que la tauromaquia en el país da empleo a alrededor de 80 mil personas de manera directa y a 140 mil de manera indirecta. A lo largo de su historia, la Ciudad de México contó con más de 50 plazas de toros, pero actualmente la Monumental Plaza de Toros México, inaugurada en febrero de 1946, sigue siendo la más grande del mundo en su categoría.

Sin embargo, en los últimos años, el debate en torno al maltrato animal ha puesto en jaque esta tradición, que además de ser vista con un valor cultural, también implica una industria que genera empleos y derrama económica, ante lo cual defensores de la tauromaquia insisten en que el toro de lidia es tratado con respeto y cuidado.

“No hay persona que ame más al toro de lidia que los ganaderos, los toreros y todas las personas que participan en la fiesta brava, una fiesta que en realidad es para los toros: es el culmen de la vida del toro, en donde entrega, desde un punto de vista filosófico, por así decirlo, su vida al torero, pero el torero también le pone a disposición la vida al toro”, subrayó César Cantoral.

Al precisar que 10% de la producción de toro de lidia en una ganadería es presentada en una corrida de toros, el activista rechazó que el trato que recibe esta especie sea comparable con el que reciben otros animales en un rastro, y destacó que en la fiesta brava existe la figura del indulto, cuando se considera que el toro es digno de preservación y regresa a las ganaderías a convertirse en un semental que siga la producción de su especie.

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CIUDAD DE MÉXICO, 19JUNIO2021.- Claudia Shienbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, y Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, encabezaron la inauguración del Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES) en “Valle de Luces”. La jefa de gobierno declaró que en las recientes elecciones se adoptó un discurso de segregación entre uno y otros pero que la inauguración de espacios como los PILARES muestran unión y poner las posibilidades al alcance de todos. FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM / Galo Cañas/Galo Cañas

El abogado señaló que resultaría inviable la realización de corridas de toros sin violencia, pues al tratarse de una especie que tiene “mucha bravura” empiezan a aprender las suertes y los pases de los toreros y recurrirán a una embestida directa, “y también hay que cuidar la vida humana en ese sentido”.

Sobre ese punto, destacó que el regreso de los toros a las ganaderías tendría un impacto económico, pero también en la subsistencia de la propia especie. “Se vuelve inviable seguir manteniendo toros que ya fueron lidiados, entonces la renovación de la especie se complica. Esa es la inviabilidad de la propuesta que se presenta sin haber escuchado, desde luego, al medio taurino”, recalcó.

En cuanto a las implicaciones económicas, César Cantoral reconoció que la tauromaquia no es tan redituable como podría pensarse debido a los costos involucrados en la conservación, el traslado del animal y la preparación de los toreros.

Sin embargo, destacó que las más de tres millones de personas que anualmente asisten a una corrida de toros representan, además de una significativa fuente de empleo y una “derrama económica considerable”, que la intención de erradicar la “fiesta” de un solo golpe afectaría los derechos fundamentales de cientos de personas que dependen de la tauromaquia o están vinculadas a ella desde hace varias décadas.

“Llamo a defender nuestras tradiciones culturales que son parte de nuestra identidad nacional y defender nuestro estado de derecho, porque es muy importante que los legisladores hagan las cosas como plantea nuestra Constitución”, subrayó.