Sheinbaum revela casi una década de espionaje a su madre, Annie Pardo

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo compartió recientemente que su madre, la académica Annie Pardo Cemo, fue vigilada durante casi una década por el gobierno federal. Según Sheinbaum, la persecución hacia su madre se originó a raíz de su participación en el movimiento estudiantil del 2 de octubre de 1968, un acontecimiento clave en la historia reciente de México por su fuerte represión y el impacto que tuvo en los derechos civiles del país.

Sheinbaum explicó que estos registros forman parte de los archivos nacionales y que fue posible acceder a ellos mientras desempeñaba el cargo de jefa de Gobierno de la Ciudad de México. La investigación realizada sobre Annie Pardo, dijo Sheinbaum, comenzó cuando ella apenas tenía seis años.

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Detalló que “ahí quedó registrado mi nombre de que había entrado a Lecumberri”, refiriéndose a las visitas que realizó con su madre a la cárcel para ver a presos políticos, donde Annie Pardo mostraba su solidaridad con quienes fueron encarcelados por motivos políticos.

Espionaje contra Annie Pardo

El contexto de esta vigilancia se remonta al periodo posterior a 1968, cuando miles de estudiantes, profesores e intelectuales que participaron en movimientos sociales enfrentaron medidas de represión. Annie Pardo, en su doble rol de profesora y estudiante en aquellos años, fue expulsada de su institución original debido a su participación en el movimiento y se trasladó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para continuar sus estudios. Este cambio marcó su carrera académica y su vida como activista.

Sheinbaum destacó que los registros históricos evidencian cómo los gobiernos de esa época implementaban un sistema de espionaje contra quienes consideraban disidentes.

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“Había presos políticos por participar, los estudiantes del 68 estuvieron presos, nunca se les retiró su sentencia, después hubo una amnistía”, dijo, subrayando que en esas décadas expresar una postura crítica o participar en movimientos sociales podía costar la libertad o incluso la vida.

Para la presidenta, el hecho de que su madre haya sido una de las vigiladas es, en cierto modo, motivo de orgullo, pues considera que la participación activa y crítica en la sociedad es fundamental para un cambio real. “Para mí es un orgullo ser hija de Annie Pardo”, señaló Sheinbaum, reconociendo la fortaleza y determinación de su madre frente a la represión de esos tiempos. DJ