Renuncia de Trudeau sacude al T-MEC
La salida del primer ministro canadiense complica el panorama comercial para México, con líderes que cuestionan el tratado internacional al favorecer acuerdos bilaterales con Estados Unidos
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Tras una gestión de nueve años como primer ministro de Canadá y 25 años en la política canadiense, Justin Trudeau anunció su dimisión en medio de tensiones internas: la presión del ala conservadora de su país, que lo ha aventajado en preferencias, y roces con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha sugerido anexar Canadá como un estado más bajo su gobierno.
La noticia, dada a conocer el pasado lunes 6 de enero, desató una serie de especulaciones sobre quién será el próximo primer ministro. Según Trudeau, esperará a que el Partido Liberal de Canadá, al que pertenece, elija a su sucesor. Este proceso podría completarse en las próximas semanas o hasta octubre, cuando se realicen las elecciones generales en el país.
Aunque el anuncio pudo sorprender a muchos, lo cierto es que el aún primer ministro ya enfrentaba múltiples problemas, como la percepción negativa del electorado respecto al encarecimiento de la vivienda, su manejo de la pandemia de Covid-19 y el desempleo, entre otros factores.
›En este contexto, el Nuevo Partido Democrático anunció en septiembre del año pasado que rompería el acuerdo con el ala liberal que permitía a Trudeau gobernar en minoría sin contratiempos. Poco después, un grupo de diputados del Partido Liberal solicitó al primer ministro que renunciara a sus aspiraciones de competir en las próximas elecciones, una petición que no fue atendida.
A esto se sumaron diversos desencuentros con miembros de su equipo, lo que derivó en la salida de figuras clave como Jody Wilson-Raybould (exministra de Justicia) y Jane Philpott (exministra de Salud) en 2019, además de David Lametti (exministro de Justicia) el año pasado.
Finalmente, la reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos terminó de desestabilizar la posición de Trudeau. Las amenazas de mayores aranceles y la posibilidad de anexar Canadá como el estado 51 llevaron a miembros del gabinete a viajar a Washington para dialogar con el equipo de Trump sobre las nuevas advertencias comerciales.
“Si Canadá se fusiona con Estados Unidos, no habría aranceles, los impuestos bajarían y tendrían total protección frente a las amenazas de barcos rusos y chinos que constantemente los rodean. ¡Qué gran nación seríamos juntos!”, declaró Trump días más tarde. En respuesta, Trudeau afirmó: “Jamás de los jamases Canadá formará parte de Estados Unidos”.
T-MEC, en riesgo
La dimisión de Trudeau beneficia en gran medida al Partido Conservador, liderado por Pierre Poilievre, quien ha sido comparado con Trump por su carácter populista, conservador y de “ideas fuertes”. Actualmente, Poilievre encabeza las encuestas para ocupar el cargo de primer ministro.
Cabe recordar que Poilievre se ha manifestado en contra de la participación de México en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En noviembre del año pasado, declaró estar dispuesto a negociar un acuerdo comercial con el gobierno de Trump que excluya a nuestro país. “Sólo me preocupa Canadá. Quiero poner a nuestro país primero. Estados Unidos representa el 60% de nuestro comercio. Tenemos más intercambio con Estados Unidos que con el resto del mundo combinado. Haré lo que sea necesario para preservar y proteger esa relación por encima de las demás”, afirmó.
No está solo en estas opiniones. A inicios de este año, Doug Ford, jefe de gobierno de la provincia canadiense de Ontario, señaló que México debería ser expulsado del tratado de libre comercio por su apertura a inversiones chinas.
En una de sus más recientes declaraciones, Ford comentó: “China es el problema. Está enviando componentes baratos a México, que luego les pone una etiqueta de ‘Hecho en México’ para exportarlos a Estados Unidos y Canadá. Esto está costando empleos en nuestros países, y es inaceptable”. Además, advirtió: “México tiene que decidir. O estás con Beijing o estás con Washington”.
Tras estas declaraciones, Trudeau comentó que proteger los intereses de los trabajadores y la economía canadienses es una opción válida.
Por su parte, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, descartó que la renuncia de Trudeau afecte al T-MEC. En sus declaraciones, recordó que las tres naciones involucradas han sostenido conversaciones sobre su revisión más reciente.
“Canadá, Estados Unidos y México se han beneficiado enormemente del T-MEC. Estados Unidos se beneficia de lo que se produce en México”, señaló, aprovechando la ocasión para destacar la importancia de las relaciones comerciales con los vecinos del norte.
Sin embargo, Poilievre y sus aliados ya están preparados y cuentan con ventaja para las próximas elecciones en Canadá, que podrían celebrarse tan pronto como el 24 de marzo, semanas después del inicio del nuevo mandato presidencial de Donald Trump.
Sólo me preocupa Canadá. Quiero poner a nuestro país primero. Estados Unidos representa el 60% de nuestro comercio. Tenemos más intercambio con Estados Unidos que con el resto del mundo combinado. Haré lo que sea necesario para preservar y proteger esa relación por encima de las demás”.
Pierre Poilievre, Partido Conservador de Canadá.