Los purépechas llamaban a esta región Queréndaro, que significa “lugar de piedras grandes”. Querétaro fue un importante punto de encuentro entre las culturas indígena y española, dando lugar a un mestizaje cultural que se refleja en su arquitectura, tradiciones y gastronomía. Querétaro también ha jugado un papel importante en el desarrollo histórico del país.
Querétaro concentra la modernidad de una metrópoli vibrante con el pasado colonial de la capital y de las misiones, las bellezas naturales de la Sierra Gorda y Tequesquitengo, y una riqueza culinaria en su región de vinos y quesos. Y qué decir de su gastronomía, con platillos como la barbacoa, las enchiladas queretanas, las gorditas de maíz quebrado y los tamales de cacahuate.
¿Sabías que? La ubicación estratégica de Querétaro y excelente
infraestructura la han convertido en un punto clave para la
inversión y el turismo de negocios.
Santiago de Querétaro
Su centro histórico virreinal está tan bien conservado que recibió el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. En Querétaro hay mucho que ver, pero te mencionamos algunos lugares que no te puedes perder.
El templo y convento de San Agustín, ubicado en el centro histórico, es uno de los monumentos más importantes del barroco. Fue fundado en 1745 por la orden de los agustinos. Su fachada es una obra maestra del barroco, con nichos decorados con santos agustinos y ornamentos que parecen brotar de las paredes. No te pierdas el claustro, considerado uno de los más bellos de la época virreinal. El conjunto actualmente alberga el Museo de Arte de Querétaro.
El acueducto fue construido entre 1726 y 1738 para llevar agua a la ciudad. Es una construcción monumental de 74 arcos que alcanzan una altura promedio de 28.5 m y una longitud de mil 298 metros.
El templo de Santa Rosa de Viterbo es un tesoro arquitectónico y un ejemplo del barroco mexicano. Su construcción comenzó en 1727 y fue originalmente parte de un convento de monjas de clausura. Su fachada es fascinante. En el interior, los retablos dorados de estilo barroco asombran por su belleza.
La iglesia de Santa Cruz alberga la Santa Cruz de los Milagros, una cruz de cantera que, según la leyenda, se apareció en el cielo durante la batalla entre españoles e indígenas en 1531. Este acontecimiento marcó la fundación de la ciudad. La iglesia original, construida en el siglo XVI, fue el primer colegio para misioneros de América, desde donde partió fray Junípero Serra hacia California.
Peña de Bernal
En este sitio se encuentra el tercer monolito más grande del mundo. Es visitado por los amantes de la escalada y el rappel. La Peña era un símbolo cósmico de ceremonias antiguas. El pueblo es colorido y su gastronomía, deliciosa. Las gorditas de maíz son las mejores exponentes de su cocina, pero el pan dulce, los helados y los esquites no les piden nada.
Ruta del vino
Es un destino reconocido a nivel mundial, con más de 60 viñedos que ofrecen recorridos guiados. Los vinos queretanos han ganado numerosos premios internacionales, al consolidar a la región como uno de los principales productores de vino en México.
Los orígenes del vino en Querétaro se remontan a la época colonial, cuando los españoles introdujeron la vid en la región a mediados del siglo XVI. Las condiciones climáticas y el suelo fértil del Valle de Querétaro fueron ideales para el cultivo de la uva.
Amealco
En este Pueblo Mágico nació la muñeca María, catalogada como Patrimonio Cultural del estado. Amealco es una ciudad multicolor y las artesanías juegan un papel importante. La parroquia de Santa María es considerada uno de los templos más bonitos y grandes de todo el estado, por sus pisos originales de madera y respiraderos de bronce. Su campana, a la que llaman Consagrada, se toca solo los domingos o en festividades religiosas.
