¿Qué pasa en Siria? Presidente Asad huye y rebeldes anuncian “nueva era” para el país
Damasco bajo control rebelde: Una ofensiva relámpago en Siria marca el colapso del régimen de Bashar al Asad. Combatientes declaran el fin de 50 años de opresión y anuncian el inicio de una nueva era para el país
Una ofensiva relámpago lanzada por grupos rebeldes en Siria ha dejado a Damasco, la capital, bajo control parcial. Este domingo, los combatientes entraron a la ciudad y afirmaron que el presidente Bashar al Asad había huido del país, proclamando el inicio de una nueva era para Siria. El grupo rebelde Hayat Tahrir al Sham (HTS) aseguró en su canal de Telegram que “el tirano Bashar al Asad ha huido”, mientras anunciaban la liberación de la ciudad de Damasco.
Nuevo capítulo para Siria: el fin de 50 años de opresión
El movimiento rebelde, que ha combatido contra el régimen durante años, declaró en un comunicado: “después de 50 años de opresión bajo el mando del partido Baaz, y 13 años de crímenes y desplazamiento forzado, hoy anunciamos el fin de este oscuro período y el comienzo de una nueva era para Siria”. La noticia fue confirmada por el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), que informó sobre la huida de Asad a través del Aeropuerto Internacional de Damasco, mientras las fuerzas de seguridad abandonaban el lugar.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su preocupación y seguimiento de los “eventos extraordinarios” en Siria, mientras la Casa Blanca monitoreaba de cerca la situación.
El colapso del régimen y la incertidumbre en Damasco
El avance rebelde, que comenzó el 27 de noviembre con la toma de Homs y otras ciudades clave, culminó con la entrada en Damasco y el centro de represión Sednaya, donde miles de prisioneros fueron liberados. En medio de la incertidumbre, Mohamed al Jalali, primer ministro del régimen, expresó su disposición a cooperar con la nueva dirigencia del país, aclamando un posible futuro de paz y unidad para Siria.
El movimiento rebelde liderado por islamistas también declaró que no interferiría con las instituciones gubernamentales en Damasco, al menos hasta que fueran oficialmente transferidas a una nueva administración.
Bashar al Asad: un régimen en caída
Bashar al Asad, quien asumió el poder en 2000 tras la muerte de su padre, Hafer al Asad, ha gobernado Siria durante más de 20 años, siendo respaldado por aliados estratégicos como Hezbolá y Rusia. Sin embargo, la situación cambió drásticamente en los últimos meses, ya que Rusia y Irán, sus principales aliados, han disminuido su apoyo debido a diversos factores internacionales, incluyendo la guerra en Ucrania.
La caída de Quneitra, Daraa y otras ciudades claves en el sur de Siria marcó un giro en la guerra civil que comenzó en 2011, dejando más de 500.000 muertos y miles de desplazados.
La situación humanitaria y la crisis de refugiados
Según el OSDH, más de 826 personas han muerto desde el inicio de la ofensiva el 27 de noviembre, incluidos más de 100 civiles. Mientras tanto, la ONU reporta que más de 370.000 personas han sido desplazadas debido al conflicto. Geir Pedersen, enviado especial de la ONU para Siria, pidió el fin de los enfrentamientos y subrayó la importancia de proteger a los civiles según el derecho humanitario internacional.
El impacto humanitario de este conflicto ha dejado huellas profundas en la población siria, mientras el país sigue enfrentando el desafío de encontrar la paz tras más de una década de guerra civil.
El futuro de Siria: ¿un cambio radical?
La caída de Damasco representa un hito crucial en la historia reciente de Siria. Con la desaparición de Bashar al Asad del poder, el país se enfrenta a un período de incertidumbre, mientras el mundo observa atentamente los desarrollos en Siria y el posible surgimiento de una nueva era política y social para el pueblo sirio.