¿Qué le pasa a un avión si lo impacta un rayo durante un vuelo?

¿Alguna vez te has preguntado qué sucede cuando un rayo impacta un avión en pleno vuelo? Aunque puede sonar aterrador, la realidad es menos dramática de lo que piensas. De hecho, los aviones son alcanzados por rayos al menos una vez al año, pero, afortunadamente, las aeronaves modernas están equipadas con una serie de medidas para garantizar que los pasajeros estén seguros.

Los aviones están preparados

La mayoría de los aviones actuales están diseñados para desviar la electricidad del rayo hacia el exterior de la estructura sin dañar los sistemas electrónicos ni a las personas a bordo.

La capa exterior metálica del avión actúa como una jaula de Faraday, lo que significa que la electricidad viaja alrededor del avión y sale por la parte inferior sin causar estragos. ¡Así es! Aunque un rayo puede dejar una pequeña marca quemada en el fuselaje, rara vez provoca daños graves.

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Además, los pilotos reciben instrucciones de volar alrededor de tormentas siempre que sea posible, ya que los rayos más intensos pueden afectar ciertos componentes sensibles. Aun así, en la mayoría de los casos, la tripulación está entrenada para manejar estos incidentes, y los aviones pasan por inspecciones técnicas inmediatamente después del aterrizaje.

¿Dónde impactan los rayos en el avión?

Los puntos más comunes donde los rayos caen en los aviones son la antena de radar en el morro, las puntas de las alas, las góndolas del motor y, con menos frecuencia, el resto del fuselaje. Estos componentes están protegidos por una malla metálica y una serie de medidas de seguridad adicionales para evitar cualquier daño importante. Los sistemas electrónicos de a bordo y los depósitos de combustible están especialmente blindados para prevenir explosiones o fallos eléctricos.

Los aviones pasan por rigurosas pruebas antes de ser autorizados a volar, incluyendo simulaciones de impactos de rayos en la estructura y los sistemas electrónicos. Además, las autoridades de aviación, como la FAA, emiten regulaciones constantes para mejorar la protección contra rayos. Por ejemplo, en 2023 se ordenó que todas las variantes del Boeing 747 en EE. UU. fueran sometidas a inspecciones anuales de los tanques de combustible, ya que se descubrió que el material protector contra rayos se degradaba más rápido de lo esperado.

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A pesar de las medidas de seguridad, el impacto de un rayo en un avión puede ser desconcertante para los pasajeros. El fuerte ruido, el posible olor a quemado y hasta la ceguera temporal provocada por la luz intensa pueden asustar, pero las probabilidades de que algo salga mal son extremadamente bajas.

Las tormentas eléctricas no solo traen rayos, sino también turbulencias, fuertes corrientes de aire y formación de hielo, lo que hace que los pilotos tomen medidas adicionales para evitarlas. En caso de ser alcanzados por un rayo, los aviones a menudo aterrizan de emergencia para una revisión técnica y vuelven a estar en servicio en menos de 24 horas. DJ