Planetas errantes, ¿cómo se forman y por qué son difíciles de detectar?
Son miles de millones los planetas errantes que transitan por la Vía Láctea; te decimos qué son y la vital e interesante característica que tienen

EJECENTRAL
El universo es casa de millones de cuerpos celestes complejos y diferentes entre ellos. Hay, por ejemplo, los llamados planetas errantes. ¿Su nombre te dice algo? A continuación, te presentamos detalles sobre ellos para que los conozcas.
¿Qué son los planetas errantes?
Los planetas errantes son mundos que no orbitan una estrella, sino que viajan libremente por el espacio interestelar. Se estima que la Vía Láctea alberga cientos de miles de millones de estos cuerpos celestes, desplazándose en la oscuridad tras haber sido expulsados de sus sistemas de origen.
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A diferencia de los planetas que conocemos en el Sistema Solar, los planetas errantes no tienen amaneceres ni ocasos.
“La galaxia tiene miles de millones de ellos, vagando en la noche perpetua”, afirmó el astrofísico Neil deGrasse Tyson sobre este tipo de planetas para acotar que estos cuerpos celestes son expulsados de sus sistemas solares durante su formación.
Además, refirió que, aunque la superficie de estos mundos suele estar congelada, su núcleo podría mantenerse fundido y, en algunos casos, albergar océanos subterráneos de agua líquida.
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¿Cómo se detectan los planetas errantes?
Debido a la falta de luz estelar reflejada, detectar estos mundos es un desafío. Sin embargo, los astrónomos han desarrollado dos métodos principales para localizarlos: la detección del calor infrarrojo que emiten los planetas jóvenes y la técnica de microlente gravitacional.
Esta última, descrita por el astrónomo David Bennett, de la Universidad de Notre Dame, se basa en la capacidad de la gravedad para curvar la luz. Cuando un planeta errante pasa entre la Tierra y una estrella lejana, puede desviar la luz de la estrella de manera detectable.
El primer indicio sólido de la existencia de estos planetas surgió en la década de 1990, cuando astrónomos japoneses detectaron objetos con masa planetaria en el cúmulo Camaleón. Más tarde, se encontraron más pruebas en la nebulosa de Orión y en la región de formación estelar de Tauro. En 2012, los científicos identificaron un planeta errante caliente
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