El conocimiento popular sobre el ejercicio no siempre suele ser buen consejero, hay ideas erróneas en torno a actividades físicas que se convierten en mitos que deben ser erradicados.
A continuación, te dejamos tres creencias que son equivocadas, pero que un sector de la población las asume como verdad.
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Las rodillas, víctimas de correr
La idea de que correr lastimará las rodillas y esto será una condicionante para la movilidad en una edad avanzada es errónea. Un estudio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), publicado por la Librería Nacional de Medicina de Estados Unidos, demuestra lo contrario.
“Efectos de correr en el desarrollo de la osteoartritis de rodilla” es el título de la publicación, en la cual se da cuenta de que correr no afecta dichas articulaciones y, por el contrario, puede resultar benéfico.
Lo que sí es una realidad, es que el exceso de entrenamiento, que comprende ejercicios como correr, puede dañar las rodillas.
Los baños helados mejoran la recuperación
Durante sus últimos años como futbolista profesional, Raúl González Blanco se metía en una bañera helada con la idea de optimizar su recuperación tras los partidos. El delantero español jugó al máximo nivel durante sus más de 20 años de trayectoria, sin embargo, su antídoto no es del todo recomendable.
Josh Goldman, director asociado del Centro de Medicina Deportiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, asegura que “no toda inflamación es mala”, por lo que advierte que someterse a bajas temperaturas puede retrasar la recuperación corporal.
De esta forma, no es que el baño helado sea una práctica contraproducente, sino que debe recurrirse a ella en momentos específicos cuando se busque “prevenir la inflamación”.
Todo ejercicio requiere de estiramiento
Prevenir lesiones es la causa por la cual la mayoría de las personas que realizan actividad física recurren al estiramiento, aunque en realidad esto no suele ser efectivo. De acuerdo con el estudio “Efectos agudos del estiramiento estático sobre la fuerza y la potencia muscular”, hecho por los NiH, esta práctica puede ser hasta contraproducente.
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Este trabajo concluyó que estirar los músculos por más de un minuto y medio resta fuerza a los músculos de forma temporal.
Así las cosas, Josh Goldman recomienda a quienes tienen muy arraigado el estiramiento no suspenderlo, sino solo reducir el tiempo que destinan para hacerlo. “Me gusta decir a la gente que los haga (ejercicios de estiramiento) antes de dormir”, porque al concilia el sueño se puede lograr una recuperación óptima.