México, en alerta roja por sequía
La escasez de agua afecta la agricultura, con reducción de cultivos y riesgo de crisis económica; se requieren inversiones millonarias y tecnificación del riego

Marzo, abril y mayo serán meses complicados para el país por la sequía prolongada, temperaturas por encima del promedio y pocas o nulas lluvias, situación que ya afecta al sector agrícola del país, sobre todo en el noroeste de México.
Christian Domínguez Sarmiento, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que la situación representa un foco rojo.
“Definitivamente sí. Si el pronóstico dijera que va a llover más, podríamos ver una disminución en la intensidad de la sequía, pero eso no dice el pronóstico, dice que va a llover menos, entonces la sequía se va a agravar, por lo menos de aquí a mayo”, dijo en entrevista con ejecentral.
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Sonora, Chihuahua, Sinaloa y Durango tienen territorio con sequía extrema y sequía excepcional. Esto quiere decir que están en un límite en el que ya no tienen agua para nada, alertó.
La sequía excepcional es la categoría más grave, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Se caracteriza por pérdidas generalizadas de cultivos o pastos, riesgo elevado de incendios, escasez total de agua en pozos, arroyos, embalses y presas, y la posibilidad de emergencia por falta de agua, lo que pone en riesgo la vida de las personas y provoca pérdidas económicas.
“Va a llover menos de lo normal, principalmente en el norte del país, entonces eso puede hacer que no solamente el noroeste esté siendo afectado por la sequía, sino que evolucione y afecte a los otros estados que actualmente no tienen tanta sequía, como es Nuevo León, Tamaulipas y una parte de Coahuila”, pronosticó Christian Domínguez.
70 por ciento del agua en territorio mexicano se destina a la agricultura, aunque parte de la misma se pierde por el uso de técnica poco eficientes.
Agricultores de Sinaloa y Chihuahua advierten que las afectaciones son severas. La falta de agua ha provocado que se reduzcan hasta en dos terceras partes las hectáreas de siembra.
La apuesta por la tecnología
Ante las sequías y el estrés hídrico que enfrenta el país, el sector privado ha intensificado sus esfuerzos para optimizar el uso del agua. Empresas como Rotoplas han desarrollado productos e impulsado iniciativas enfocadas en mejorar la gestión del recurso en distintos sectores. En la agricultura, a través de su división Rieggo, la compañía promueve la transición de métodos tradicionales a sistemas tecnificados como el riego por goteo y la microaspersión, con el objetivo de reducir el desperdicio y aumentar la eficiencia en el campo.
En México, más del 70% del agua disponible se destina a la agricultura, pero una parte significativa se pierde debido al uso de técnicas poco eficientes, como la irrigación por inundación, que solo aprovecha el 50% del recurso. En contraste, los sistemas presurizados pueden alcanzar eficiencias del 70% al 95%, optimizando el consumo y reduciendo las pérdidas. Sin embargo, solo el 30% de la superficie agrícola cuenta con riego tecnificado, lo que ha representado un desafío para la modernización del sector.
La falta de lluvias ha generado una mayor apertura entre los productores hacia herramientas que les permitan mantener la rentabilidad de sus cultivos con un menor consumo de agua. Para enfrentar este reto, Rieggo ha apostado por innovaciones como sistemas avanzados de irrigación, microaspersión y sensorización de suelos, lo que permite una aplicación más precisa del agua y ahorros de hasta un 15% en su uso.
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En regiones con acuíferos sobreexplotados, la tecnificación del riego podría aliviar la presión sobre fuentes subterráneas y garantizar la sostenibilidad del campo a largo plazo.
Para Jorge Robles Alvidrez, productor de Chihuahua, si el gobierno quiere invertir en la tecnificación del riego debe tomar en cuenta a los agricultores y capacitarlos para evitar que se pierdan las inversiones.
“En el 2004 tuvimos la experiencia de una tecnificación que se hizo precisamente por una sequía prolongada, desde 1991 hasta el 2002, de hecho fueron temas binacionales de México y Estados Unidos. México no abastecía la cantidad de agua que tenía que aportar conforme al Tratado de Aguas. Uno de los acuerdos fue la tecnificación de los distritos de riego que están en las afluentes del Río Bravo. Fue una inversión de bastantes millones de dólares, pero que no tuvieron efecto porque no se tuvo la precaución de tomar en cuenta a los agricultores, entre otras causas”, dijo en entrevista con ejecentral.
Campo en jaque
Jorge Robles tiene ranchos y parcelas en el municipio de Meoqui, Chihuahua, y destacó que desde el año pasado se anticipó que 2025 sería “muy difícil” por la falta de agua.
“Nosotros andamos con la preocupación, con la zozobra, porque las precipitaciones que se tuvieron durante el 2024, que es la temporada fuerte de lluvias, pues anduvieron mucho muy bajas, comparadas con los últimos años 30, 40 años. Eso nos alertó de que íbamos a tener el 2025 muy difícil, incluso ya anticipábamos que no íbamos a tener ciclo agrícola en varios distritos de aquí del estado, sobre todo en el 05, que es el distrito más grande de los ocho distritos del estado”, comentó.

¿Ustedes se abastecen de la presa La Boquilla?
“Sí, estamos en el Distrito de Riego 05, que se abastece de dos presas, la principal es La Boquilla y la presa Francisco I. Madero, que es una décima parte más chica. Es la región centro-sur del estado de Chihuahua, está San Francisco de Conchos, Camargo, La Cruz, Saucillo, Delicias, Meoqui, Julimes y Rosales”.
Contó que iniciaron las primeras plantaciones de hortalizas y maíz para forraje. Se estima que este año se siembre sólo la mitad de las hectáreas en el estado por la falta de agua.
En Sinaloa, el panorama es igual de crítico. El dirigente estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Miguel Ángel López Miranda, dijo a ejecentral que en la entidad se producían normalmente entre 550 mil y 600 mil hectáreas de maíz al año y para 2025 se programaron sólo 200 mil hectáreas.
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“Eso trae consigo una severa crisis económica en el sector agrícola de Sinaloa porque también hay otros cultivos que se ven afectados y Sinaloa depende preponderantemente de su economía de la actividad agrícola. Si bien es cierto que en el tema natural, cíclico de la sequía, no podemos hacer nada, también hay que reconocer que no nos hemos preparado, ni nosotros como productores, ni los gobiernos, para tener mayor capacidad de enfrentar una situación como la que estamos viviendo”, aceptó.
Consideró que se debió invertir en los sistemas de conducción, tecnificar los sistemas de riego y comprar máquinas para optimizar mejor el uso del agua, como lo hacen en Estados Unidos y Canadá, los principales socios comerciales. Las afectaciones por la sequía en Sinaloa son severas, dijo.
30 por ciento de la superficie agrícola cuenta con sistemas de riego tecnificado, que permite una mayor eficiencia del recurso.
“Pongo como ejemplo el Valle del Carrizo, que es una región que está muy al norte del estado de Sinaloa, casi pegado con Sonora, donde hay alrededor de 6 mil hectáreas que fueron sembradas de trigo, se les dio un primer riego y ahorita no hay agua para poder darle un segundo riego. Si no tiene un segundo riego, va a ser una producción que totalmente se va a siniestrar, no va a producir nada, y son muchos los productores que van a quedar totalmente colapsados económicamente. El contexto es complejo a nivel estatal, mucho muy difícil, esperemos que este año la naturaleza sea más generosa con nosotros”, enfatizó.
Aunado a la sequía, López Miranda comentó que hay preocupación por los aranceles que quiere imponer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a todos los productos que entren a su país.
“Sabemos que generaría una espiral muy adversa para todos los productores, y obviamente, al sector agrícola le pegaría muy fuerte. En el caso particular de Sinaloa, que es un gran exportador de hortalizas y legumbres a los Estados Unidos, y el hecho de imponerle cargas tributarias, arancelarias adicionales, sería de plano generar una desventaja competitiva muy compleja, muy difícil para los productores. Definitivamente, creo que dependemos mucho de que se genere un acuerdo positivo y que no se apliquen esos aranceles”, enfatizó.
Inversiones millonarias
Christian Domínguez, investigadora de la UNAM, destacó que los productores, agricultores y gobiernos deben hacer inversiones millonarias para hacerle frente a las sequías prolongadas.
Tan sólo para Chihuahua, agregó, se pidieron dos mil millones de pesos para enfrentar las sequías excepcionales
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“Imagínense qué tipo de inversión se tendría que hacer para enfrentar el problema cuando la sequía está afectando a todo el país, que sí se ha dado. Ocurrió en el 2021 y el 2022 y me parece que el año pasado aquí en la Ciudad de México también casi llegamos al día cero porque tuvimos muchas olas de calor y las presas, de manera natural, se evaporan”, declaró.
El año pasado, la Confederación Patronal de la República Mexicana de la capital (Coparmex) destacó que tan sólo la Ciudad de México necesita una inversión mínima de 70 mil millones de pesos para enfrentar la problemática sin precedentes relacionada con el acceso al agua potable.