La semana pasada, casi al mismo tiempo que se realizaba la APEC Perú 2024, China estrenó un megapuerto en el país andino, con el objetivo de fortalecer el comercio entre Asia y Sudamérica. Su importancia es tal que el mismísimo Xi Jinping, presidente de China, fue el encargado de inaugurarlo el 14 de noviembre, junto a Dina Boluarte, presidenta de Perú.
“Estos son los primeros pasos de un compromiso que abarca diversas áreas”, fueron las palabras de la mandataria, quien también señaló que la obra representa un “paso crucial hacia el objetivo de Perú de convertirse en un centro internacional de transporte y comercio”.
Con una inversión de tres mil 500 millones de dólares y construido por la empresa Cosco Shipping Ports Chancay Perú, este embarcadero de mil 500 metros de extensión y cuatro muelles, ubicado a 80 kilómetros al norte de la ciudad de Lima, será el más grande de la costa del Pacífico sur, e incluso podría revolucionar el comercio en Sudamérica.
Pero no se trata únicamente de su tamaño. El megapuerto de Chancay reducirá a casi la mitad el tiempo de traslado de la mercancía enviada a Asia y operará de forma ininterrumpida, sin cambios de turno. Esto incrementará la productividad en cerca del 50% y reducirá los costos logísticos en aproximadamente un 20%, de acuerdo con cálculos de especialistas en comercio y logística. De esta manera, el megapuerto contará con rutas directas desde Chancay hacia Shanghái, con trayectos de entre 21 y 23 días, y se espera que pueda ser considerado el “Shanghái de Sudamérica”.
Asimismo, será capaz de recibir a los buques más grandes del mundo, y todo el cargamento que exporte será minuciosamente revisado por scanners aprobados por la aduana de Estados Unidos. También será ejemplo de sostenibilidad, ya que se espera que funcione al 100% con electricidad y contará con vehículos autónomos. La seguridad será otro de sus distintivos, ya que será capaz de resistir terremotos de hasta 8.5 grados y tsunamis de gran magnitud.
EU reacciona
Debido a su rivalidad con China, el gobierno estadounidense ha puesto sus ojos en esta obra. De acuerdo con Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, se trata de un asunto que entraña riesgos de seguridad. Richardson, junto a otros funcionarios estadounidenses, ha señalado que el megapuerto de Chancay está ubicado en una posición estratégica, y además de facilitar la entrada de mercancía china a precios accesibles –lo que podría perjudicar la economía estadounidense–, puede ser utilizado para albergar buques de guerra chinos.
Y es que en los últimos años, Estados Unidos ha perdido gran parte de su influencia económica, política y militar en América del Sur, mientras que la presencia de China en esa misma región va en aumento. Por este motivo, el gobierno estadounidense ya prepara su respuesta, poniendo sus ojos en el puerto de San Antonio, en Chile. De acuerdo con varias fuentes, se planea modernizar y fortalecer este embarcadero para competir con el construido por China.
“Estados Unidos desea potenciar las inversiones tecnológicas en la región, y Chile tiene una posición estratégica en el Pacífico”, informó a través de un comunicado.
Sin embargo, la respuesta podría ir más allá. Mauricio Claver-Carone, exdirector principal para el Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y actual asesor del presidente electo Donald Trump, sugirió cobrar impuestos más altos a los productos que pasen por el megapuerto de Chancay.
“Cualquier producto que pase por Chancay o cualquier puerto de propiedad o controlado por China en la región debería estar sujeto a un arancel del 60%, como si el producto fuera de China”, declaró a Bloomberg.
La estrategia tiene dos propósitos: por un lado, frenar el comercio entre Sudamérica y China, y por el otro, desincentivar a los países latinoamericanos de permitir que el gobierno chino construya infraestructuras estratégicas en sus territorios.
Las preocupaciones ya fueron abordadas por el presidente Xi Jinping, quien ante medios aseguró que China está “dispuesta a trabajar con la nueva administración de Estados Unidos para mantener la comunicación, expandir la cooperación y gestionar las diferencias”.
Pero en un momento en que la administración estadounidense está a punto de cambiar de manos, para ser liderada por Trump, conocido por sus amenazas de aranceles, las relaciones entre China, Estados Unidos y Sudamérica enfrentan un nuevo punto de tensión.
El presidente Xi Jinping y Dina Boluarte en la inauguración del puerto de Chancay por videoconferencia.
Foto: AFP.
Este embarcadero de mil 500 metros de extensión y cuatro muelles, ubicado a 80 kilómetros al norte de Lima, será el más grande de la costa del Pacífico sur.
Foto: AFP.