Medio Oriente, un conflicto que amenaza al mundo

24 de Noviembre de 2024

Medio Oriente, un conflicto que amenaza al mundo

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Después de que Israel atacara a Yemen, Irán, Siria y el Líbano, el gobierno iraní respondió la semana pasada lanzando una serie de ataques sobre infraestructura militar israelí

Los constantes ataques de Israel a sus vecinos amenazan con complicar el panorama, con la posibilidad de una guerra regional en la que no se descarta que participen otras naciones

A un año de que un equipo de militantes del grupo Hamás realizara una serie de ataques coordinados sobre el territorio israelí, que dejaron un saldo de cientos de muertos y 251 personas secuestradas, y pese a los llamados internacionales de alto al fuego, el conflicto no solo no se ha apaciguado, sino que cuenta con un participante más.

Después de que Israel atacara a Yemen, Irán, Siria y el Líbano, el gobierno iraní respondió la semana pasada lanzando una serie de ataques sobre infraestructura militar israelí, lo que supuso un golpe serio para el régimen de Benjamín Netanyahu, que vio vulnerado su sistema de defensa aéreo “cúpula de hierro”.

Este ataque –el segundo desde abril–, fue una respuesta de Irán al asesinato del líder político palestino Ismail Haniyeh, ordenado por Israel y ejecutado en suelo iraní en julio, así como el de Mohammad Reza Zahedi, alto oficial militar iraní muerto en un ataque por parte de Israel a una sección consular de la embajada de Irán en Damasco el pasado abril.

“(Si Israel) quiere reaccionar, vamos a lanzar una respuesta más fuerte”, advirtió Masud Pezeshkian presidente de Irán, después de que Netanyahu emitiera un mensaje en el que prometía una respuesta al ataque iraní. Otras fuentes apuntan que la amenaza fue lanzada a cualquier país que siguiera apoyando a Israel, tales como Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea.

Por su parte, facciones armadas proiraníes en Irak se unieron a la advertencia, y aseguraron que apuntarán contra intereses de Estados Unidos en caso de que exista una respuesta de Israel o si el gobierno de Joe Biden interviene de forma más activa.

“Si los estadounidenses emprenden una acción hostil contra Irán o si el enemigo sionista utiliza el espacio aéreo iraquí para bombardear territorio iraní, todas las bases y todos los intereses estadounidenses en Irak y en la región serán un objetivo para nosotros”, fueron las palabras del Órgano de Coordinación de la Resistencia iraquí.

La situación para Israel es desfavorecedora. Con seis frentes abiertos –Irán, la Franja de Gaza, Cisjordania ocupada, Líbano, Yemen, Iraq y Siria–, la participación de Irán en un papel más activo representa una de las primeras veces que un país atacado responde de manera tan contundente.

El papel de Occidente

Desde su creación en 1948, el estado de Israel ha contado con la ayuda de poderosos aliados. Entre ellos, Estados Unidos es el más importante. Se estima que, durante el año pasado, la ayuda militar estadounidense a Israel superó los tres mil 800 millones de dólares, y cabe recordar que la “cúpula de hierro”, el famoso sistema de defensa aéreo de Israel, fue construido con la colaboración de Estados Unidos.

Gracias a su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la potencia ha votado en contra de las peticiones de un alto al fuego en Gaza, mientras continúa financiando las armas en suelo israelí.

Con elecciones presidenciales en puerta y ante diversos problemas entre los que se incluyen la falta de acceso a salud y vivienda, e incluso el desastre del huracán Helen que dejó más de 100 muertos, son cada vez más los ciudadanos e incluso políticos que señalan el financiamiento millonario de Estados Unidos a un país extranjero. En este sentido, si bien el presidente Joe Biden dijo que no apoyará un ataque israelí a las instalaciones iraníes, lo cierto es que su apoyo no ha flaqueado ni siquiera ante losmiles de palestinos asesinados por la milicia de Israel.

Otro de los países que provén armas a Israel es Reino Unido. Recientemente, la nación, responsable también de la creación de dicho estado en territorio palestino, anunció la suspensión de 30 contratos de exportación de armas, pero aún mantiene más de 300 contratos con el régimen de Netanyahu.

Se estima que el 15% de los componentes de cada avión de combate israelí F-35 son fabricados por empresas británicas, y Rishi Sunak, primer ministro del Reino Unido, calificó de “inútiles” las intenciones de la Corte Penal Internacional de acusar a Benjamin Netanyahu de crímenes de guerra.

Finalmente Alemania –conocido por ser el segundo proveedor de armas a Israel–, ha expresado públicamente su apoyo al gobierno israelí, aunque lo cierto es que desde inicios de este año ha estado pausando sus exportaciones de armas. De acuerdo con el Ministerio de Economía alemán, no se han producido exportaciones de armas de guerra de enero a junio de este año, mientras que las licencias en la categoría de exportación de componentes o tecnología de armas se han reducido.

Así, pasó de aprobar la exportación de piezas y tecnología militares con valor de más de tres millones de euros en octubre del año pasado, al envió de equipos militares por un valor de cerca de 35 mil euros en julio de este año.

En momentos en los que Israel no obedece ninguna autoridad ni respeta el derecho internacional, el panorama es incierto, y así lo ven analistas. “Todo dependerá de la reacción israelí y de los consejos y los esfuerzos del gobierno estadounidense, que en este momento no tiene ningún interés en involucrarse en una guerra regional”, dijo al respecto Hasni Abidi, director del Centro de Estudios e Investigación sobre el mundo árabe y mediterráneo (CERMAM).