Tras varios días de oscuridad prácticamente total, gracias al huracán Oscar, los habitantes de Cuba comienzan a ver el restablecimiento del servicio en parte de la isla.
Así lo informaron medios internacionales, que detallaron que la mitad de La Habana ya cuenta con luz, y de acuerdo con las autoridades cubanas, se espera que, para la noche de este lunes, se alcance la mayoría de cobertura.
“El último cliente podría recibir el servicio el martes”, aseguró Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas.
Los problemas ocasionados por el apagón han ocasionado que muchos cubanos se queden sin alimento –debido a la imposibilidad de refrigerarlo, aunado al hecho de que muchas familias utilizan hornillas eléctricas para preparar sus comidas–, sin comunicación y sin agua –debido a que las bombas suelen operar con electricidad–.
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Por su parte, las escuelas y puestos de trabajo se vieron obligados a suspender sus operaciones hasta que regrese el servicio eléctrico, y los hospitales trabajan con reservas y generadores de uso limitado.
Asimismo, la falla eléctrica también afectó a los turistas, ya que los hoteles tampoco tenían luz y no pudieron ofrecer muchas de sus actividades de recreación interior ni exterior.
Aproximadamente, 10 millones de personas se vieron afectadas por el apagón.
Ante este panorama, cientos de cubanos salieron a las calles a protestar este fin de semana por la falta de servicio. En colonias populares y otros puntos de la isla se observaron cacerolazos y bloqueos.
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Los temores de nuevos apagones y otras afectaciones se han intensificado con la llegada a tierra del huracán este domingo. Y aunque en las últimas horas se degradó a tormenta tropical, aun se teme que provoque más daño en la infraestructura energética de la isla.
Los apagones suelen ser un inconveniente cotidiano en la isla, en donde muchos hogares pasan hasta ocho horas diarias sin servicio eléctrico, pero la más reciente falla ya es considerada como la más grave en la historia de la isla.