Máxima seguridad en investidura de Donald Trump: drones, francotiradores y alambres de púas

La capital de los Estados Unidos, Washington DC, se ha convertido en una fortaleza para la toma de posesión presidencial de Donald Trump. Aunque las autoridades han señalado que no existe una amenaza específica y coordinada, la preocupación por posibles ataques de lobos solitarios ha llevado a desplegar un imponente dispositivo de seguridad con 25 mil efectivos de diversas agencias.

Las calles cercanas al Capitolio y la Casa Blanca están cerradas con barricadas de hormigón y vallas antical. Algunas de estas estructuras cuentan con alambre de púas para reforzar la seguridad en la zona. Además, los tejados de los edificios están ocupados por francotiradores, y patrullas con equipos tácticos y unidades antidrones vigilan la ciudad.

La ceremonia ha sido declarada un “evento especial de seguridad nacional”, lo que permite la colaboración entre el Servicio Secreto, Seguridad Nacional, la Policía del Capitolio y la Policía Metropolitana de Washington. El agente especial William McCool, a cargo de la operación del Servicio Secreto, explicó que los controles incluirán puestos de revisión, bloqueos de caminos y barreras adicionales para mitigar cualquier disturbio.

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La preocupación por la seguridad no es solo por el riesgo de ataques. Las bajas temperaturas, que oscilan entre -7 y -1 °C, han forzado cambios logísticos. La toma de posesión se realizará dentro del Capitolio, en lugar de al aire libre, para evitar riesgos asociados con el frío extremo. Esta es la primera vez que la ceremonia se traslada al interior desde la segunda inauguración de Ronald Reagan en 1985.

Investidura de Donald Trump

Roger Stone, asesor político cercano a Trump, celebró la decisión de realizar la ceremonia bajo techo, citando preocupaciones de seguridad tras dos intentos de asesinato. “Creo que está mucho más seguro en estas circunstancias”, declaró. Los simpatizantes que hicieron fila para asistir al mitin previo en el Capital One Arena coincidieron. “El entorno actual exige estas medidas”, comentó un seguidor, agregando: “Quien tiene malas intenciones solo necesita tener éxito una vez”.

Los esfuerzos de seguridad también incluyen el despliegue de casi 4 mil policías de otros estados, juramentados temporalmente para reforzar la vigilancia en la capital. Se ha cancelado el tradicional desfile por la Avenida Pensilvania, que se llevará a cabo dentro del Capital One Arena para evitar exposiciones prolongadas al frío.

A pesar de no haber detectado conspiraciones organizadas, las agencias de seguridad expresaron su preocupación por ataques individuales, como los de Nueva Orleans y el incidente del Año Nuevo, cuando un veterano del ejército embistió a un grupo de personas con un camión. Las fuerzas del orden se mantienen alertas para evitar cualquier eventualidad en una jornada que combina simbolismo democrático con desafíos de seguridad sin precedentes. DJ

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