Las fiestas patrias son una excelente oportunidad para visitar dos ciudades que marcaron el inicio del movimiento independentista y que se encuentran a solo 45 kilómetros de distancia entre sí: Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende, ambas situadas en Guanajuato. Estas ciudades ofrecen cultura, tradición y belleza arquitectónica. Recorrer sus plazas llenas de vida y explorar sus edificios coloniales es una experiencia inolvidable.
Dolores Hidalgo
En 1568 se estableció en este asentamiento la Congregación de Nuestra Señora de los Dolores, bajo la jurisdicción de San Miguel el Grande. En 1790, ascendió a Pueblo Nuevo de los Dolores. En 1712, se habían iniciado las obras de la parroquia, donde un siglo después, Miguel Hidalgo dio el Grito de Independencia. La ciudad es muy pintoresca y orgullosa de su pasado. A continuación, te contamos sobre algunos lugares imperdibles.
Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores. Construida entre 1712 y 1778, esta hermosa parroquia de color amarillo es un ejemplo del barroco churrigueresco. Su fachada de cantera rosa está llena de detalles, destacando las imágenes de la crucifixión de Jesús y de la Virgen de los Dolores. Sus dos torres de 45 metros de altura dominan la ciudad. En su interior, el templo alberga dos retablos barrocos dedicados a la Virgen de Guadalupe y a San José. Muy cerca de la parroquia, se puede visitar el Museo de la Independencia Nacional, que exhibe objetos y documentos relacionados con el movimiento independentista.
Dolores Hidalgo es famosa por la mayólica, una cerámica que, según la tradición, fue introducida por Miguel Hidalgo. Sus orígenes se encuentran en la talavera poblana con piezas vidriadas al estaño y decoradas con dibujos pintados a mano. Esta artesanía es la principal actividad económica de la ciudad, y gran parte de las piezas se exportan. Vale la pena recorrer los locales para adquirir cerámica.
Museo de José Alfredo Jiménez. En 1926, nació en esta ciudad uno de los más grandes compositores de música ranchera: José Alfredo Jiménez. El museo se encuentra en la casa familiar que tuvieron que vender tras la muerte de su padre. El músico intentó comprar la casa cuando alcanzó la fama, pero no lo logró. Finalmente, la familia adquirió el terreno en 1998 y decidió convertirlo en museo. El recorrido abarca todas las etapas de la vida del cantautor, con salas nombradas según sus canciones. Para los amantes de la música vernácula, visitar este museo es comparable a lo que Graceland representa para los fanáticos de Elvis Presley.
El Museo de José Alfredo Jiménez en Dolores Hidalgo exhibe la vida y obra del icónico compositor mexicano, autor de El Rey.
San Miguel de Allende
Esta ciudad cautiva a todos y, en los últimos años, se ha convertido en un destino de retiro para extranjeros por su clima y tranquilidad. Fue fundada en 1542 por el fraile franciscano Juan de San Miguel, quien la llamó San Miguel el Grande. Durante la Colonia, fue un punto importante en la ruta de la plata proveniente de Zacatecas. Su auge económico se reflejó en sus impresionantes edificios, muchos de los cuales se conservan en perfecto estado. En esta ciudad no te puedes perder:
Parroquia de San Miguel Arcángel. Esta iglesia de cantera rosa es única en México. La iglesia original se construyó en 1709 con estilo barroco, pero entre 1880 y 1890, Zeferino Gutiérrez, un maestro cantero, levantó una nueva fachada de estilo neogótico, inspirada en las iglesias europeas. Se cuenta que Gutiérrez se basó en una postal de la catedral alemana de Colonia para diseñar las torres de la parroquia. El resultado fue un templo que se puede ver desde cualquier punto de la ciudad.
Rodeado de cafeterías, restaurantes y galerías de arte, en este espacio, tanto locales como turistas disfrutan del ambiente festivo que caracteriza a San Miguel, especialmente durante las festividades patrias y los eventos culturales.
Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco. A pocos kilómetros de San Miguel de Allende se ubica una joya arquitectónica: el Santuario de Atotonilco, templo fundado en 1740, inspirado en el Santo Sepulcro de Jerusalén. No te pierdas los murales en paredes y techos, verdaderas obras maestras. El Santuario jugó un papel importante en la historia de la Independencia, pues se dice que Miguel Hidalgo tomó de este lugar el estandarte de la Virgen de Guadalupe, que se convirtió en símbolo de la lucha insurgente.
El Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco es conocido como la Capilla Sixtina de México.
La Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores es el sitio histórico donde el padre Miguel Hidalgo dio el Grito de Dolores en 1810, marcando el inicio de
la independencia de México.