Joaquín Castello Pérez, reconocido empresario del plástico en Iztapalapa y conocido como El Zar del Plástico, se encuentra en el ojo del huracán tras múltiples denuncias por abuso infantil, corrupción y violencia familiar, según las carpetas de investigación CI-FIDCANNA/59/UI-2 C/D/00964/03-2023 Y CI-FIDCANNA/59/UI-3C/D01182/03-2024 y otras.
De acuerdo con las denuncias presentadas ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Castello Pérez habría cometido actos de violencia física en contra de sus dos hijos menores de edad, causándoles lesiones graves que ameritaron hospitalización.
Adicionalmente, se le acusa de obligar a los niños a consumir alcohol, servir bebidas alcohólicas en sus fiestas y exponerlos a situaciones inapropiadas, incluyendo material pornográfico y la presencia de mujeres desconocidas. Una de las acusaciones más graves es que el empresario habría enseñado a sus hijos, de tan solo 6 y 8 años, a manipular armas de fuego.
Las declaraciones de los menores dan cuenta de los abusos que recibían. En repetidas ocasiones su padre les hablaba con groserías, insultos y reaccionaba con violencia hasta dejarles marcas en su cuerpo.
Ante estos hechos, la Fiscalía ha emitido diversas órdenes de restricción para proteger a los menores y evitar que el acusado se acerque a ellos. Sin embargo, se han presentado denuncias sobre la posible corrupción en el Poder Judicial, lo que habría permitido que algunas de estas medidas fueran revocadas, dejando a los niños en una situación vulnerable.
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En junio pasado, se solicitó al Ministerio Público Cristóbal Manuel Trejo, de la Fiscalía de Investigación de Delitos Cometidos en Agravio de Niñas, Niños y Adolescentes, que ampliara las medidas de protección emitidas dos meses antes en favor de los menores. Sin embargo, esta solicitud no fue atendida.Los delitos imputados a Joaquín Castello Pérez incluyen violencia familiar, corrupción de menores y poner en riesgo la vida de menores.
Según los datos recabados en las Cédulas de Detección de Riesgo por Violencia en Niños y Niñas de la Fiscalía, aplicado a los menores, se confirman agresiones y humillaciones del padre, y se especifica que al emborracharse es particularmente agresivo, e incluso la menor sufrió una luxación de hombro derivado de las agresiones recibidas; ambos menores corroboraron constantes episodios de violencia contra la madre.
Las consecuencias de estos actos podrían ser devastadoras para los niños, tanto a corto como a largo plazo, incluyendo traumas psicológicos, dificultades de aprendizaje y problemas de conducta, problemáticas que se están evaluando para su diagnóstico.
Este caso ha generado gran conmoción en la sociedad y ha puesto en evidencia la importancia de proteger a los niños de la violencia y el abuso. Las autoridades competentes deben actuar con celeridad y eficacia para garantizar la seguridad y el bienestar de los menores involucrados.
