Inteligencia, pilar en la estrategia de seguridad 

30 de Septiembre de 2024

Inteligencia, pilar en la estrategia de seguridad

retos seguridad

El plan de seguridad del nuevo gobierno prioriza la consolidación del Sistema Nacional de Inteligencia y la coordinación entre fuerzas federales y locales para combatir la delincuencia y reducir la violencia

La consolidación del Sistema Nacional de Inteligencia (SNI) para la seguridad, y el fortalecimiento de las labores de investigación se perfilan como la piedra angular en la estrategia de seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

Así lo señala un diagnóstico sobre la “Estrategia de Seguridad de los Primeros 100 días” del gobierno que arranca este martes, en el cual se delinean algunos de los objetivos y acciones prioritarias para el Gabinete de Seguridad en el primer tramo de la nueva administración.

Especialistas consultados por ejecentral señalaron que si bien el documento con las firmas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) no se dio a conocer formalmente, sí es acorde a los compromisos planteados por la mandataria y el próximo titular de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, desde el periodo de campaña.

“La estrategia que promoveremos será atender las causas, consolidar la Guardia Nacional y su coordinación con policías estatales. Vamos a fortalecer la inteligencia y la investigación y el trabajo conjunto para reducir la impunidad”, señalaba la entonces candidata de Morena, PT y PVEM en el documento 100 pasos para la Transformación, publicado en marzo pasado.

En el marco de la toma de protesta de la presidenta Claudia Sheinbaum, dichos compromisos se encaminan en objetivos concretos que incluyen: la disminución de la incidencia de homicidios dolosos y delitos de alto impacto, así como mejorar la percepción ciudadana sobre el respaldo del gobierno ante hechos violentos.

También neutralizar generadores de violencia y redes criminales: atención a zonas con alta criminalidad; combate al tráfico de drogas –particularmente fentanilo–, armas y lavado de dinero, todo ello encaminado para la lograr la “pacificación del país”, señala el documento.

Estrategias emergentes

Según el diagnóstico, entre las “acciones prioritarias” del Gabinete de Seguridad para el primer trimestre de la administración, se plantean cinco “estrategias emergentes”: un programa focalizado en los 10 municipios del país que concentran 25% de los homicidios vinculados a la delincuencia organizada, iniciando de manera prioritaria en los municipios de Tijuana, León, Celaya, Acapulco, Benito Juárez y Colima.

La implementación de una “estrategia operativa y de atención a las causas” en los municipios más violentos de Chiapas; atención a la extorsión en el ciclo de producción del limón en Michoacán, particularmente en la región de Tierra Caliente.

Y una estrategia con “notoria presencia” en carreteras y vías generales de comunicación en todo el país; y la conformación de 10 grupos de Fuerzas de tarea, integrada por las autoridades federales para “actividades de inteligencia y actos de investigación que deriven en judicializaciones”.

Para Jonathan Maza Vázquez, director de estrategia e Inteligencia en Stratop Risk Consulting, el hecho de que la articulación del Sistema Nacional de Inteligencia para la seguridad pública y la seguridad nacional se perfile como “la columna vertebral” de las acciones en seguridad es un giro importante para disminuir la violencia por los enfrentamientos entre grupos criminales y la incidencia delictiva.

Sin embargo, el también maestro en Seguridad Nacional por el Colegio de Defensa Nacional subrayó la necesidad de que el Congreso legisle en la materia a fin de que “los productos de inteligencia de las agencias del Estado mexicano se integren a carpetas de investigación y puedan ser vinculantes a procesos y sentencias”.

El uso de inteligencia de las agencias como el Centro Nacional de Inteligencia para el seguimiento de objetivos criminales está estipulada en la Ley de Seguridad Nacional, pero sólo puede integrarse a una carpeta de investigación con la aprobación de un juez, lo cual ha sido “un dolor de cabeza para las autoridades, especialmente para concretar las detenciones”, explicó Maza.

Guarda Nacional, una aliada

La aprobación del dictamen que coloca a la Guardia Nacional bajo el mando de la Sedena es fundamental para que este cuerpo realice tareas de inteligencia e investigación en la nueva Estrategia Nacional de Seguridad Pública.

Jonathan Maza destaca que la reforma permite a los militares integrarse plenamente a la Guardia Nacional como apoyo al Ministerio Público en la lucha contra el crimen, junto con las policías locales.

“Estamos presenciando un proceso de transformación que podría construir una identidad propia para la Guardia Nacional. Tendrá labores de investigación e inteligencia, pero se requiere también una reforma en materia de inteligencia”, comentó Maza.

La estrategia enfatiza la coordinación entre el Gabinete de Seguridad para definir acciones y metas, así como la “aprobación” de los secretarios de Seguridad Pública estatales. Maza señala que no se debe confundir la “centralización de la seguridad pública” con la asunción total de responsabilidad del gobierno federal ante la “incapacidad de las autoridades locales”.

Asimismo, resaltó la importancia de que el Sistema Nacional de Seguridad Pública evolucione y la responsabilidad de los 32 gobernadores en establecer estándares junto a las fiscalías, ya que la seguridad pública está vinculada a la investigación de delitos y a la impartición de justicia.

Objetivos principales

Entre las acciones prioritarias del Gabinete de Seguridad para el primer trimestre se incluye un programa focalizado en los 10 municipios que concentran el 25% de los homicidios vinculados a la delincuencia organizada, iniciando en Tijuana, León, Celaya, Acapulco, Benito Juárez y Colima.