Brenda García, a los 34 años, experimentó un renacer que, aunque estuvo a punto de colapsar en lágrimas, la hizo sonreír. Recuerda claramente el momento, el 29 de febrero, una fecha única y cargada de simbolismo, como si la vida misma hubiera decidido transformarse en un día tan peculiar, una fecha que nunca olvidaría.
En sus manos, el pequeño plástico que le entregaron se convirtió en la prueba tangible de su esfuerzo. Miguel dejó de existir legalmente para dar paso a Brenda, una mujer trans, que finalmente podría reconocerse no sólo ante el espejo, sino también ante las autoridades y el Estado. Su transición se consolidaba, pero la lucha por su nombre y su identidad no fue sencilla.
La historia de Brenda comenzó en marzo de 2023, cuando tras varios meses de reflexión, decidió salir del clóset. La necesidad de autenticidad la llevó a un paso crucial: su nombre, el que le fue asignado al nacer, ya no coincidía con su verdadera identidad. Decidió entonces emprender el proceso de rectificación legal para que su nombre fuera reconocido de manera oficial. Un proceso, sin embargo, que está lejos de ser sencillo y que, en muchos estados del país, enfrenta múltiples obstáculos.
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El camino para que una persona trans rectifique legalmente su identidad de género es largo y tortuoso. Para iniciar este proceso, deben presentar su acta de nacimiento original y seguir una serie de trámites burocráticos que, en algunos casos, pueden durar meses o incluso años. En muchas entidades del país, el procedimiento está establecido, pero en otras, como Yucatán, Tamaulipas o Guanajuato, el marco legal aún no lo permite. De acuerdo con la organización Impulso Trans, solo 24 estados han implementado la legislación para que las personas trans puedan iniciar este proceso. Sin embargo, los costos, los tiempos de espera y las diferencias en los procedimientos pueden hacer que este derecho no se ejerza de manera equitativa.
En la Ciudad de México, donde Brenda vive, existe la posibilidad de concretar este trámite, pero no existe un acompañamiento institucional adecuado. La orientación es limitada, y muchas personas trans deben recurrir a experiencias informales de otros para conocer los pasos a seguir, lo que a menudo genera confusión y errores. En este contexto, la activista trans Ainara Bustamante, amiga de Brenda, identificó una gran brecha en la falta de información y decidió, en 2021, crear una guía que orientara a las personas trans en este proceso, con el fin de derribar las barreras sociales y burocráticas que enfrentan.
La Guía de Trámites de Personas Trans en la CDMX, creada por Ainara, es un esfuerzo por llenar este vacío. No es un documento oficial, pero se convirtió en una herramienta invaluable. Con 25 cuartillas, la guía busca ofrecer respuestas claras sobre el Reconocimiento de Identidad de Género (RIG), cubriendo desde el trámite para cambiar el acta de nacimiento hasta los procedimientos para actualizar el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), IMSS, y otros documentos oficiales. Ainara, que comenzó su propio trámite en septiembre de 2021, creó este manual basado en su experiencia personal y las dudas que surgieron durante su proceso.
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Gracias a la guía de Ainara, muchas personas trans han podido llevar a cabo su proceso de rectificación legal con más certeza y menos incertidumbre. Brenda fue una de las beneficiadas, y el 29 de febrero, un día tan peculiar como su propio proceso, se convirtió en la fecha en la que se reconoció oficialmente como la mujer que siempre había soñado ser. Brenda celebró este logro junto a Ainara, quien fue la primera persona a la que le compartió la buena noticia.
Sin embargo, el camino no ha sido el mismo para todas las personas trans. La transfobia, tanto en la sociedad como en las instituciones, sigue siendo un obstáculo común en este proceso. En el caso de Brenda, su experiencia fue relativamente sencilla. A pesar de algunos inconvenientes menores, como la negativa de una plataforma de transporte privado para actualizar sus datos, en general recibió el respeto a su identidad en la mayoría de los trámites y servicios.
Por otro lado, Julianna Stone, una mujer trans extranjera radicada en México, ha tenido una experiencia completamente diferente. Desde 2021, comenzó un proceso legal para rectificar su carta de naturalización, pero ha enfrentado múltiples rechazos e incluso trabas por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), a pesar de que la legislación mexicana reconoce la identidad de género trans por vía administrativa. El artículo 35 del Reglamento de la Ley de Nacionalidad fue utilizado para rechazar su solicitud, obligándola a regresar a su país de origen para rectificar su acta de nacimiento, lo que no solo fue costoso sino también una fuente de enorme frustración.