Huachicol, el fenómeno que no se detiene

14 de Octubre de 2024

Huachicol, el fenómeno que no se detiene

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Pese a los esfuerzos por combatir el robo de hidrocarburos, los datos muestran un aumento paulatino, lo que plantea desafíos para la gestión federal

Desde su primer año en el cargo, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador colocó la erradicación del robo de hidrocarburos, conocido como “huachicol”, entre sus prioridades. Este delito, que ha sido una constante sangría para Petróleos Mexicanos (Pemex), representaba una pérdida diaria de 200 millones de pesos, equivalente al robo de 600 pipas de combustible. En respuesta, el gobierno lanzó el Plan Conjunto para Combatir el Robo de Hidrocarburos el 27 de diciembre de 2018, que involucró a 15 dependencias federales y desplegó cuatro mil miembros de las Fuerzas Armadas.

El huachicol no sólo continuó, sino que aumentó. Aunque López Obrador aseguró que su estrategia contra el huachicol generó ahorros por 330 mil millones de pesos, las cifras de Pemex cuentan otra historia. En 2023, se robaron 4.7 millones de barriles diarios de combustible, lo que significó pérdidas de 20.2 mil millones de pesos, un aumento del 8.02% respecto al año anterior. En 2024, las cifras se mantuvieron en niveles similares y Pemex reportó pérdidas de 5.7 mil millones de pesos.

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Las cifras revelan que la operación del gobierno no fue suficiente para frenar este delito. La información obtenida de Pemex a través de Transparencia muestra que entre diciembre de 2018 y julio de 2024 se registraron más de 61 mil tomas clandestinas. Esta cifra es significativamente mayor que la registrada en los gobiernos anteriores, con un incremento del 66.5% respecto al sexenio de Enrique Peña Nieto, 1,448% en comparación con el de Felipe Calderón, y 7,493% en relación con el de Vicente Fox.

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El robo de gas LP, utilizado en miles de hogares e industrias mexicanas, también se ha disparado. Durante el gobierno de López Obrador, las tomas clandestinas de gas licuado de petróleo se multiplicaron, al alcanzar 11 mil 409 en los primeros cinco años y ocho meses de su gestión, comparado con 138 tomas en el mismo periodo bajo Felipe Calderón y las 782 de Enrique Peña Nieto.

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Estas cifras revelan que, pese a los esfuerzos institucionales, el problema ha crecido exponencialmente, con un promedio diario de 35 tomas ilegales tanto en ductos de refinados como de gas LP.

Las denuncias por robo de hidrocarburos y gas han aumentado. En 2024, Pemex reportó más de 12 mil denuncias, con más de dos millones de litros de hidrocarburo y casi medio millón de litros de gas LP asegurados. Esto refleja la intensificación de las actividades ilegales, a pesar del despliegue de fuerzas de seguridad y reformas legales que ahora imponen penas de 15 a 25 años de prisión y multas de entre 15 mil y 25 mil días de salario mínimo.

Epicentro del robo

Hidalgo es el epicentro del huachicol. En Cuautepec de Hinojosa, en julio de 2024, se incautaron más de cinco mil litros de combustible robado en una camioneta abandonada. Un mes después, se confiscó mil 760 litros en la misma zona.

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Estos incidentes demuestran que, a pesar de las medidas gubernamentales, Hidalgo sigue siendo el foco principal del robo de hidrocarburos en México, con 24 mil 113 tomas clandestinas desde 2019, de las que cuatro mil 471 se registraron en Cuautepec de Hinojosa.

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La evolución geográfica del huachicol muestra cómo ha migrado de un estado a otro, pues entre 2000 y 2009, Veracruz lideraba en tomas clandestinas, pero a partir de 2010, Hidalgo asumió ese lugar. Ahora, siete de los 10 municipios con más robos de combustible se encuentran en Hidalgo; el resto se distribuye entre Altamira, Tamaulipas; Tecate, Baja California, y Otumba, Estado de México.

El robo de combustibles en Ciudad de México, conocido como Distrito Federal antes de 2016, ha crecido considerablemente. En 2009 se reportaron cuatro tomas ilegales, mientras que actualmente se alcanzaron 306 incidentes. Este fenómeno no sólo afecta a estados con grandes redes de ductos, pues se extendió hacia la capital, del país, lo que refleja la creciente expansión de las redes criminales.

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