El Senado de la República aprobó en la madrugada de este miércoles la reforma que transfiere el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La votación, que se llevó a cabo con 86 votos a favor y 42 en contra, fue impulsada principalmente por los partidos Morena, PT y PVEM, junto al expanista Miguel Ángel Yunes Márquez. La oposición, compuesta por PRI, PAN y Movimiento Ciudadano, expresó su rechazo, advirtiendo que esta medida representa un avance hacia la militarización del país.
La discusión comenzó poco antes de las diez de la noche del martes y se extendió hasta las 06:05 horas del miércoles. Durante el debate, el senador José Narro Céspedes (Morena) defendió la reforma, argumentando que “es necesario fortalecer la estructura de seguridad para enfrentar el crimen organizado”. También hizo un llamado a la unidad y pidió un “voto de confianza” para el Gobierno federal en su lucha contra la delincuencia.
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En contraste, los senadores de la oposición manifestaron su preocupación. La senadora Sylvana Beltrones (PRI) advirtió que “esta reforma desdibujará la línea entre la autoridad civil y militar”, mientras que el senador Damián Zepeda (PAN) consideró que “el país no necesita más militarización, sino una estrategia de seguridad efectiva”. Por su parte, el senador Clemente Castañeda (Movimiento Ciudadano) calificó la reforma como “un retroceso en la construcción de instituciones civiles”.
Con la aprobación en el Senado, la reforma ahora se dirigirá a los congresos estatales para su evaluación. Este proceso podría provocar un cambio significativo en la estructura de seguridad pública en México y plantear debates sobre el balance entre la autoridad civil y militar en la protección de la ciudadanía.