El plan financiero de Claudia Sheinbaum para el “segundo piso de la cuarta transformación” busca mantener la austeridad republicana y una disciplina fiscal estricta. Con sus “100 pasos para la transformación”, la presidenta tiene como objetivo consolidar el estado de bienestar, avanzar en la transición energética y combatir la corrupción. Sin embargo, estos objetivos enfrentan grandes retos fiscales que complican su implementación.
Alejandra Macías Sánchez, directora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), señala que es necesario implementar una reforma fiscal y redistribuir el gasto público para garantizar estabilidad económica. La falta de espacio fiscal obliga al gobierno a ajustar ingresos y gastos, y tomar decisiones difíciles para reducir el endeudamiento. Según Macías, revisar la situación de Pemex y mejorar la recaudación de impuestos son claves en este proceso.
Las prioridades del nuevo gobierno incluyen la transición energética, la modernización de Pemex y la continuación de programas sociales como las pensiones para adultos mayores. Sin embargo, reducir el déficit fiscal del 5.9% al 3% será un desafío, ya que exigirá recortes de gasto o aumentos en ingresos. Además, Macías insiste en que el cambio climático debe ser una prioridad dentro de la transición energética.
Pese a los avances como el aumento del salario mínimo y la reforma de pensiones, el nuevo gobierno enfrenta incertidumbre económica, especialmente durante sus primeros 100 días. Aunque la permanencia de Rogelio Ramírez de la O en la Secretaría de Hacienda ofrece cierta confianza, las reformas y el próximo paquete económico generan preocupación en los mercados.
El contexto internacional añade más presión, en particular con la próxima elección presidencial en Estados Unidos, que podría afectar las relaciones comerciales y la calificación crediticia de México. La falta de inversión en sectores clave, como salud y educación, significa un riesgo en los primeros meses del nuevo gobierno.
5.9 por ciento
es el déficit fiscal
actual, por lo que
se busca reducir al
tres por ciento.
Desafíos por delante
El gobierno de Claudia Sheinbaum prioriza la transición energética y la modernización de Pemex para reducir la dependencia de combustibles fósiles y avanzar hacia una economía más verde. También busca fortalecer el estado de bienestar, continuando la “reorientación social” hacia programas como las pensiones para adultos mayores y combatiendo la corrupción con austeridad republicana.
Alejandra Macías advierte que las finanzas públicas son un obstáculo importante. Para reducir el déficit fiscal del 5.9% al 3%, será necesario tomar decisiones complejas, como reducir el gasto o aumentar ingresos. Macías enfatiza que no se trata solo de aumentar impuestos, sino de revisar la situación de Pemex y reestructurar el gasto en pensiones.
La economista también destaca la necesidad de redirigir recursos hacia sectores clave como salud, educación y la atención a la primera infancia. En su opinión, gran parte del presupuesto está actualmente enfocado en energía y pensiones, lo que deja poco espacio para inversiones en otros rubros esenciales.
La modernización de Pemex, una de las principales metas dentro de los “100 pasos” de Sheinbaum, requiere una revisión profunda. Macías resalta que la empresa estatal debe alinearse con las demandas de una economía más sostenible y ecológica, acorde con los compromisos internacionales adquiridos por México.
Además, la falta de inversión en temas como el cambio climático es otro desafío que el nuevo gobierno debe enfrentar. Según Macías, no ha habido un flujo de recursos suficiente en este ámbito, lo que podría generar problemas a medida que las afectaciones climáticas se hacen más evidentes en el país.
1.5 por ciento
es el incremento en la recaudación de impuestos
necesario para estabilizar las finanzas públicas.
Las medidas fiscales buscan generar confianza y
mejorar la situación económica del país
Retos económicos del inicio
El gobierno de Claudia Sheinbaum comienza con algunos logros en materia económica, como el aumento del salario mínimo y la reforma de pensiones. Sin embargo, persisten varios desafíos importantes que enfrentar en los primeros 100 días, entre ellos la incertidumbre en los mercados generada por los rápidos cambios en esta transición de gobierno.
La permanencia de Rogelio Ramírez de la O en Hacienda ha brindado señales de estabilidad en la promesa de reducir el déficit. Sin embargo, el paquete económico y las reformas pendientes generan inquietud. Alejandra Macías, del CIEP, advierte que sin ajustes en el presupuesto, será complicado operar el próximo año, y las calificadoras están atentas a estos temas.
El panorama económico internacional también añade presión. La elección presidencial en Estados Unidos podría tener efectos en las relaciones comerciales y en la calificación crediticia de México, según analistas. Esto coloca al país en una posición vulnerable ante los cambios externos que podrían afectar su estabilidad financiera.
Macías Macías subrayó la falta de inversión en sectores clave, como los servicios de salud, que podría ser un problema en los primeros meses del nuevo gobierno. Este “foco amarillo” es una alerta que no debe ser ignorada si se busca estabilidad a largo plazo. Así, los desafíos internos y externos serán cruciales para el futuro económico del país.