El efecto Musk
El respaldo internacional en la política alemana alimenta el avance de la extrema derecha, con importantes implicaciones para el panorama europeo
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En el reciente panorama político de Alemania, las elecciones nacionales han sido objeto de atención internacional debido al avance de partidos de extrema derecha y al apoyo abierto de figuras influyentes. Este fenómeno ha generado un debate sobre la influencia externa en la política alemana y las consecuencias para el futuro de Europa.
Tras conocerse los primeros resultados de las elecciones en Alemania, el hombre más rico del mundo y actual aliado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Elon Musk, tomó el teléfono para felicitar a la líder del partido de extrema derecha AfD, Alice Weidel. Aunque quedó en segundo lugar, obtuvo una votación histórica.
Musk llevaba semanas manifestando su apoyo a esta fuerza política y, en plena campaña electoral, organizó un debate en X con Weidel, que duró más de una hora y atrajo a miles de usuarios, especialmente seguidores del empresario y de Trump.
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Alternativa para Alemania (AfD), Musk y Trump tienen algo en común: se oponen a la inmigración, niegan el cambio climático, critican la política de género y rechazan tanto al establishment político como a los medios de comunicación tradicionales.
En enero pasado, Musk participó por videoconferencia en un mitin de campaña de la AfD, donde aseguró que esta fuerza “representaba la mejor esperanza para el futuro de Alemania”.
“Es bueno estar orgulloso de la cultura alemana, de sus valores, y no perderlos en un multiculturalismo que lo diluye todo”, afirmó el multimillonario.
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Con el paso de los días, los medios comenzaron a analizar el apoyo de Musk a esta fuerza política y se preguntaron cuánto influyó en atraer más simpatizantes, ya que el porcentaje de personas que declararon su intención de votar por AfD aumentó por lo menos un punto desde que Musk comenzó a mencionarla.
El 20 de diciembre de 2024, Musk irrumpió en la campaña alemana, semanas después del triunfo de Trump en Estados Unidos, justo cuando comenzaba a disiparse la polémica por un supuesto saludo nazi durante la investidura del presidente. En su red social, Musk afirmó que “solo AfD salvará Alemania”.
También aseguró que “para quienes condenan a la AfD como extremista, les digo: no se dejen engañar por las etiquetas”. Añadió que su líder, Alice Weidel, tiene una pareja del mismo sexo proveniente de Sri Lanka. “¿Eso les recuerda a Hitler?”, ironizó Musk.
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Sin embargo, no mencionó los llamados del partido a expulsar extranjeros ni los vínculos de algunos de sus miembros con la extrema derecha xenófoba y antisemita.
Musk se centró en criticar que el país “se enfoca demasiado en la culpa del pasado”, lo que algunos medios interpretaron como un intento de borrar la larga sombra de los nazis, que ha influido en generaciones de alemanes que, hasta ahora, habían marginado a los partidos políticos extremistas de la vida pública.
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Además, Musk decidió publicar una columna en la edición dominical del diario conservador-liberal Die Welt, donde señaló que Alemania enfrenta un grave deterioro económico y cultural, y justificó su participación en el debate público por ser inversionista en el país.
›En 2022, Musk inauguró en Berlín la mayor planta de producción de Tesla en Europa. Musk también atacó directamente a miembros del gobierno alemán. Por ejemplo, calificó al canciller Olaf Scholz de “necio incompetente” y afirmó que “debería dimitir de manera inmediata”. Al ministro de Economía y vicecanciller, Robert Habeck, lo describió como “un idiota, un izquierdista radical”. Al presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, lo tildó de “tirano antidemocrático” que “debería tener vergüenza”.
No obstante, algunos observadores consideran que el hecho de que AfD haya quedado en segundo lugar es una derrota para Musk y Trump. Sin embargo, el presidente de Estados Unidos no lo ve de la misma manera, ya que, tras conocerse los primeros resultados, publicó que “la gente de Alemania se cansó de la agenda sin sentido común, especialmente en energía e inmigración”.
Tras la llamada con Musk, Alice Weidel declaró que “el cordón sanitario debe desaparecer”, refiriéndose a la estrategia política que impide a los grandes partidos tradicionales aliarse con la ultraderecha.
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Por ahora, lo que era una fuerza política marginada, desorganizada y con escasos recursos financieros, ha duplicado sus votantes y cuenta con el respaldo del hombre más rico del mundo y el apoyo del principal aliado de Trump.