Crónica | ¡Gracias México!: El último Grito de López Obrador
Andrés Manuel López Obrador dio su sexto y último Grito de Independencia en el Zócalo de la CDMX; entre música y agradecimiento del pueblo, dio un paso más hacia el cierre de su mandato
Eran las 10:56 de la noche cuando la escolta del Heroico Colegio Militar inició su recorrido. El presidente Andrés Manuel López Obrador apareció de la mano de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, e hicieron una parada en el cuadro de Guadalupe Victoria, a 200 años de su nombramiento como el primer Presidente de México.
Fue su último Grito de Independencia, el que culminaba su sexenio. Los aplausos no se hicieron esperar al cruzar el Salón de Recepciones, él sólo sonreía y saludaba con su mano.
El mandatario apareció enfundado en un traje negro, camisa blanca y corbata roja, además de la Banda Presidencial. Su esposa vestía un elegante vestido largo en color morado.
En la plancha del Zócalo, más de 100 mil personas se dieron cita. Familias completas, desde el más chico hasta el más grande de la casa, esperaban la última celebración del que lucha por los pobres, desde las primeras horas de este domingo.
Nervioso, igual que la primera vez, y se dirigió a la escolta. Con una sonrisa tomó la Bandera y salió al balcón presidencial donde se encontró con el “pueblo bueno y sabio”, que tantas veces reconoció y que lo apoyó en 18 años de lucha y los seis de su administración.
En la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, a una señora de la tercera edad se le escapó una lágrima, estaba agradecida. Un joven asistió desde Baja California para ver en uno de sus últimos actos públicos al “cabecita de algodón”. Un niño, montado sobre los hombros de su padre, disfrutó de un algodón de azúcar.
¡Viva la Cuarta Transformación!
“Mexicanas, mexicanos: ¡viva la Independencia!, ¡viva Miguel Hidalgo y Costilla!, ¡viva Josefa Ortiz de Domínguez!, ¡viva Ignacio Allende!, ¡viva Leona Vicario!, ¡viva José María Morelos y Pavón!.
“¡Vivan los héroes anónimos!, ¡viva la libertad!, ¡viva la igualdad!, ¡viva la justicia!, ¡viva la democracia!, ¡viva nuestra soberanía!, ¡viva la fraternidad universal!.
“¡Que muera la corrupción!, ¡muera la avaricia!, ¡muera el racismo!, ¡muera la discriminación!, ¡que viva el amor!, ¡vivan los trabajadores mexicanos que son de los mejores del mundo!, ¡vivan nuestros hermanos migrantes!, ¡vivan los pueblos indígenas!, ¡viva la grandeza cultural de México!, ¡vivan todas y todos los mexicanos!.
Para terminar, pero no menos importante, el presidente López Obrador lanzó, con la voz rasgada, una arenga por el movimiento que fundó y que llevó al poder: “¡viva la Cuarta Transformación!, ¡viva México!, ¡viva México!, ¡viva México!”
Tocó por un minuto la campana y comenzó el Himno Nacional, que entonó firme y fuerte. Entregó la Bandera a la Escolta del Heroico Colegio Militar y regresó al balcón para saludar a su pueblo.
Era una fiesta, era la fiesta de México, que ponía fin al mandato de López Obrador y daba la bienvenida a la continuidad de la transformación, en manos de Claudia Sheinbaum.
La celebración de México
No importó el sol abrazador de las primeras horas del día, ni tampoco la fuerte lluvia que azotó la ciudad por la tarde noche del domingo, miles se dieron cita en la planca del Zócalo capitalino y sus alrededores.
Música y baile alegraban a los presentes que portaban su sombrero, un bigote, sus faldas folclóricas y coloridas, trenzas con listones de los colores de la Bandera. Manoplas, silbatos, matracas, todo aquello que significara ruido y pudiera enaltecer la celebración, también se hicieron presentes.
La última fiesta de México a cargo de López Obrador se vivió en grande. Mientras la música amenizaba, los cohetes comenzaron a llenar de luces de colores el cielo, y sobre Palacio Nacional, con drones y con luces en sus paredes se formó la frase: ¡Gracias México!.
El recorrido musical mexicano terminó al grito de: “¡es un honor estar con Obrador!”, “¡sí se pudo!”, “¡gracias! Y “¡sí cumplió!”, mientras el tabasqueño se abrazaba y saludaba a los asistentes desde lo alto de Palacio Nacional.