Rodrigo Jiménez Sólomon contó nuevamente con la participación de los periodistas Julieta Mendoza, Sergio Uzeta, Pablo Reinah y Enrique Lazcano, quienes discutieron el creciente problema de violencia en Sinaloa. Este estado ha enfrentado altos índices de inseguridad y violencia durante años, situación que se ha agravado en las últimas semanas tras la captura de Ismael El Mayo Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa.
Preocupación por la violencia estructural en Sinaloa
Julieta Mendoza destacó la profunda preocupación que existe entre la población de Sinaloa, subrayando que la violencia en el estado es una problemática estructural, persistente desde hace muchos años. Mendoza insistió en que se necesita una estrategia de seguridad integral que vaya más allá de los decomisos de drogas y armas.
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En su intervención, Mendoza comparó la situación de Sinaloa con la de otros estados, como Guanajuato y Michoacán, donde también se enfrentan altos niveles de violencia. Sin embargo, la periodista advirtió que la crisis de Sinaloa supera ambas situaciones, lo que refleja la complejidad del problema.
Acciones concretas para combatir el crimen organizado
Por su parte, Pablo Reinah desestimó las versiones que aseguran que la violencia en Sinaloa cesará cuando los cárteles dejen de pelear entre sí. Reinah enfatizó que la situación en el estado requiere de acciones concretas por parte de las autoridades, tanto del gobierno federal como del gobierno estatal, para hacer frente a los altos niveles de criminalidad.
Detención de El Mayo Zambada
Enrique Lazcano abordó la reciente detención de Ismael El Mayo Zambada, mencionando que el capo narcotraficante era el único que no había sido encarcelado. Lazcano señaló que las acciones de Estados Unidos han sido opacas y destacó que, aunque la detención es significativa, la violencia sigue siendo un reto importante para la región.
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Lazcano también reflexionó sobre cómo la población en Sinaloa se ha acostumbrado a la violencia, lo que calificó como una lamentable circunstancia social. Este fenómeno refleja cómo la violencia estructural ha permeado profundamente en la vida diaria de los ciudadanos.
Propuesta de una estrategia de seguridad regionalizada
Sergio Uzeta propuso la necesidad de establecer una nueva estrategia de seguridad que contemple las características particulares de cada estado. Según Uzeta, es crucial analizar las problemáticas locales en los 32 estados del país para diseñar políticas que respondan de manera efectiva a las realidades de cada región.
Uzeta también destacó el hartazgo social de la población, que vive prácticamente en un estado de sitio, debido a la creciente violencia que afecta la vida cotidiana de los sinaloenses.
El papel de las autoridades locales en la solución del conflicto
Rodrigo Jiménez Sólomon enfatizó que la solución a la crisis de violencia en Sinaloa no debe recaer únicamente en el nivel federal. Destacó que tanto alcaldes como gobernadores deben asumir un rol activo en la lucha contra la inseguridad y el crimen organizado.
Cuestionamientos al Gobernador Rubén Rocha Moya
El papel del gobernador Rubén Rocha Moya fue cuestionado por su aparente omisión en la lucha contra la violencia. Se mencionó que Rocha Moya incluso ha aceptado tener contactos con el crimen organizado. Durante el análisis, se discutió la existencia de un cogobierno en varias regiones del país, en las cuales las autoridades locales y el crimen organizado comparten el control de las administraciones.
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Presencia de Omar García Harfuch: evaluación a futuro
Finalmente, se mencionó la presencia de Omar García Harfuch en Sinaloa, señalando que su intervención debe ser evaluada con el paso del tiempo para medir sus resultados. Se destacó que el gobierno federal está enviando señales ambiguas que pueden ser interpretadas de diversas maneras, aunque también ofrecen oportunidades para mejorar la seguridad y avanzar en la lucha contra el crimen organizado en el estado.