El castigo para la red de corrupción que tejió la multinacional brasileña Odebrecht tuvo un nuevo capítulo. En esta ocasión fue en Perú, en donde el expresidente Alejandro Toledo recibió sentencia condenatoria.
La justicia del país sudamericano condenó este lunes a 20 años y seis meses de prisión al exmandatario. Esto tras encontrarlo culpable de recibir millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de obras en su gobierno (2001-2006).
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“Este colegiado asume el pedido hecho por la fiscalía de 20 años y seis meses de prisión para el señor Alejandro Toledo Manrique”, anunció la Corte Superior en una audiencia en la que estuvo presente el exmandatario, de 78 años.
Recluido desde abril de 2023 en una cárcel especial de Lima, Toledo recibió con serenidad el veredicto que lo halló culpable de colusión y lavado de activos por haber recibido 35 millones de dólares de Odebrecht.
Según el fallo -que será apelado por su defensa- Toledo recibió los sobornos en contraprestación de licitaciones para construir dos tramos de la carretera Interoceánica Sur, que une la costa del Pacífico de Perú y la del Atlántico de Brasil.
El tribunal, conformado por tres magistrados bajo la presidencia de la jueza Zaida Pérez, impuso a Toledo nueve años por el delito de colusión y 11 años y seis meses por lavado de activos.
Toledo, quien asegura padecer cáncer y problemas en el corazón, es el primero de los cuatro exmandatarios peruanos investigados por el escándalo de corrupción Odebrecht que es condenado por la justicia.
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Según la fiscalía, la trama de Odebrecht en Perú salpicó también a Alan García (2006-2011), quien se suicidó en 2019 antes de ser detenido, Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
La sentencia se leyó en una audiencia en el tribunal adyacente a la pequeña prisión para exmandatarios al este de Lima, donde Toledo está recluido 18 meses de forma preventiva desde que llegó extraditado de Estados Unidos en abril de 2023.
Toledo tomaba apuntes en un cuaderno pero no intervino en la audiencia, donde por momentos parecía relajado esbozando una sonrisa nerviosa a medida que la lectura del fallo hacía evidente una condena.
“Déjenme morir en casa”
El juicio se extendió durante 175 audiencias a lo largo de un año, desde el 16 de octubre de 2023.En la audiencia previa al veredicto, la semana pasada, Toledo pidió condescendencia a los jueces por su edad y estado de salud.
“Tengo cáncer y problemas en el corazón (...) Quiero ir a una clínica privada, les pido por favor déjenme curar o morir en mi casa”, dijo Toledo en su alegato final cuando suplicó al tribunal tener en cuenta su estado de salud .
Toledo ha negado los cargos desde que en 2016 la constructora brasileña reveló ante la justicia de Estados Unidos un entramado de corrupción a nivel regional para obtener obras públicas.
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“Soy inocente, nunca hice ningún arreglo con el señor (Jorge Simoes) Barata”, quien fuera jefe de Odebrecht en Perú, dijo Toledo a la jueza el miércoles pasado en la última audiencia previa al otoño.
En el caso de Toledo han sido claves los testimonios de su antiguo colaborador Josef Maiman, y de Jorge Barata, exrepresentante de Odebrecht en Perú. Ambos aseguran que recibieron los sobornos.
El exjefe de Odebrecht en Perú confirmó a la fiscalía peruana el pago de los sobornos a cambio de no ser implicado en el proceso. Barata vive en Brasil, mientras que Maiman brindó su testimonio en Israel antes de morir en 2021.
Según la acusación, el soborno le permitió a Odebrecht ganar la concesión de la vía. Las obras son parte de un gran eje vial de 2 mil 600 kilómetros para integrar a esos países desde el Atlántico al Pacífico.
Odebrecht reconoció el pago de coimas en Brasil y en otros países de la región en el marco del escándalo Lava Jato, por el que decenas de políticos y empresarios de América Latina están encarcelados.
Lava Jato es el caso matriz que descubrió la corrupción del gigante brasileño en su país y la región. Toledo, un economista formado en Estados Unidos, llegó al poder en 2001 tras liderar la oposición contra el régimen del fallecido Alberto Fujimori (1990-2000). GA