Cáncer cervical, una urgencia que ya no debería existir

27 de Diciembre de 2024

Cáncer cervical, una urgencia que ya no debería existir

cáncer cérvico uterino

A pesar de ser prevenible en casi todos los casos, en México mueren en promedio 13 mujeres al día debido al cáncer cervical

El cáncer cervical, usualmente provocado por el virus del papiloma, es prevenible en un 99.7%, y sin embargo, uno de cada 25 cánceres a nivel global es de este tipo; en la región latinoamericana se produce una muerte por cáncer cervical cada 15 minutos, y en México esto sucede en promedio cada hora con 48 minutos.

Debido a esta realidad, un equipo de expertas y expertos en salud pública y en este cáncer pide que se establezca un programa único para la prevención y control de este cáncer en México.

Panorama general

De acuerdo con cifras presentadas por Lucely del Carmen Cetina Pérez en el Seminario Latinoamericano de Periodismo en Ciencia y Salud, el cáncer cérvicouterino ocupa el segundo lugar en el país tanto en su incidencia, pues se registran 28 casos en promedio al día, como en mortalidad, pues cada día mueren en promedio 13 mujeres por esta causa.

La experta del Instituto Nacional de Cancerología señala que se detectan 28 casos al día de cáncer cérvicouterino, y que se han identificado 48.8 millones de mujeres de 15 a 44 años en riesgo de desarrollar este tipo de cáncer entre las que tienen.

Esto sucede a pesar de que en los últimos años, la aplicación de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), que podría prevenir el 90% de los casos cáncer cervical, y la detección oportuna de los casos han reducido la incidencia de este problema de salud.

Entre 2000 y 2019, la tasa de mortalidad por cáncer en San Luis Potosí bajó casi cinco veces, de 22 a 4.6 muertes por cada 100 mil habitantes. Colima y Jalisco también mostraron avances significativos, con caídas de 3.3 y 3.1 veces, respectivamente.

Uno de los casos más notables es el de Nayarit, pues tenía la tasa de mortalidad más grande del país con 36.2 muertes por cada cien mil habitantes debidas al cáncer cervical, y en esas dos décadas se redujo 2.9 veces a una tasa de 12.6, esto implicó que se salvaran unas 23.5 vidas por cada cien mil habitantes.

Tanto la aplicación de la vacuna contra el VPH como la detección oportuna o tamizaje de las personas que ya han sido infectadas con el virus o están en las primeras fases del desarrollo del cáncer podrían mejorar mucho más en México.

Vacunación, con altas y bajas

En comparación con otras grandes economías de América Latina, en México tenemos en los últimos años uno de los peores desempeños de la región, después de haber registrado uno de los mejores.

De acuerdo con las cifras de vacunación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), México tuvo, por mucho, la peor cobertura de la dosis final a mujeres de vacuna contra el VPH durante los años de la pandemia, ya que después de haber reportado un 97% en 2019, al año siguiente bajó a 11% y en 2021 hasta 0.45%. En 2022 y 2023 se registró un aumento a 48.01% y 57.75%, respectivamente.

Un poco menos dramática fue la caída en la primera dosis de la vacuna, que normalmente se aplica antes de los 15 años, pues pasó de un reportado 99% en 2018, a 44% y 20% en los años siguientes y cayó 1% en 2021, la recuperación fue al 80% en 2022 y 62% en 2023.

Los datos de la OMS también revelan que en los otros cinco países grandes de la región se aplica la vacuna a los varones, incluyendo a Colombia y a Perú, que empezaron en 2023; mientras que en México aún no se toma esta medida que puede prevenir el contagio y el desarrollo de cáncer en personas de sexo masculino.

El tamizaje, el otro filtro

La otra forma de prevenir las muertes por cáncer cervical es la detección oportuna o tamizaje, para lo cual existen dos pruebas: la citología cervical, comúnmente conocida como prueba de Papanicolaou y que puede detectar el cáncer en sus primeras etapas de desarrollo, y la detección del ADN del virus del papiloma, que la OMS recomienda como método preferente y que está disponible en México desde 2007.

Según la recientemente publicada Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2023 (Ensanut 2023), la realización de pruebas de detección en mujeres de 25 a 64 años también bajó en la pandemia, pues la prevalencia pasó de 34.6% para el Papanicolau y 12.7% para la detección de VPH en 2018, a 24.9% y 11%, respectivamente, en 2021.

Para 2023 se recuperó la realización de pruebas, pues las prevalencias fueron de 31.5% para el Papanicolau y 16% para la del VPH, y la suma de ambas (47.5%) es ligeramente mayor a la de 2018 (47.3%); sin embargo, estas cifras superan por poco al dato anterior de la ENSANUT 2012, cuando la prevalencia del Papanicolau fue de 45.5% (aún no había cifra para la prueba de VPH).

Además, “se observó que las mujeres que viven con mayores vulnerabilidades, las más pobres, son las que menos usan las pruebas de detección”, señala el equipo, encabezado por Leith León-Maldonado y Nancy López-Olmedo del Instituto Nacional de Salud Pública, que hizo la investigación para la ENSANUT más reciente. Añade que las mujeres que viven en zonas urbanas son las que más usan las pruebas de detección.

Epílogo de programa y recursos

Según el reporte de León-Maldonado y colaboradores, México tiene la capacidad para alcanzar la eliminación del cáncer cervical como problema de salud pública; pero requeriría de “un programa único” que “trazaría las directrices para las instituciones públicas y unificaría el uso de las pruebas de tamizaje, la comunicación de resultados y las estrategias de consejería”.

Y, claro, agregan, “se requiere de soporte financiero permanente para operar el programa de forma eficiente e ininterrumpida en todas las entidades federativas”.

México enfrenta retos importantes… que en conjunto podrían encaminar a la eliminación del CC (cáncer cervical) como problema de salud pública”.