Benjamin Netanyahu, bajo la presión internacional

25 de Marzo de 2025

Benjamin Netanyahu, bajo la presión internacional

La destitución del jefe del servicio de inteligencia interior, el regreso de Ben Gvir como ministro de Seguridad Nacional y la decisión de violar el alto el fuego ha generado tensiones dentro y el temor a una guerra civil se hace presente

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Fotos: AFP

En medio de la indignación internacional por la violación del alto el fuego, que ha ocasionado la muerte de más de 600 palestinos, el gobierno israelí, bajo la dirección del primer ministro Benjamín Netanyahu, enfrenta nuevas presiones tanto dentro como fuera de sus fronteras.

Uno de los principales motivos de descontento entre la población israelí —además de la nueva interrupción en el intercambio de rehenes— es la orden de Netanyahu de destituir a Ronen Bar, jefe del Shin Bet, el servicio de inteligencia interior. A lo largo de la semana pasada, miles de ciudadanos protestaron frente al edificio del Parlamento israelí, liderados por el movimiento prodemocracia Banderas Negras. Por poco más de una hora, bloquearon una de las autopistas principales y acusaron a Netanyahu de anteponer su supervivencia política y el fortalecimiento de su gobierno de derecha a los intereses del país y al rescate de los rehenes.

En las manifestaciones, los israelíes abuchearon al primer ministro, acusándolo de una deriva antidemocrática y de continuar la guerra contra Hamás sin considerar a los rehenes. Entre ellos se encontraban muchos familiares de las víctimas y sobrevivientes, quienes exigieron un alto el fuego.

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“Tú eres el jefe, tú tienes la culpa” y “Tienes sangre en las manos” fueron algunas de las consignas que coreaban los manifestantes. Otros llevaban carteles que decían “Todos somos rehenes” o llamaban a Estados Unidos a “Salvar a Israel de Netanyahu”.

De acuerdo con encuestas de opinión en medios locales, la mayoría de los israelíes están a favor de un cese total de las hostilidades en la Franja de Gaza para asegurar la liberación de los 24 rehenes que permanecen vivos y los cuerpos de más de 30. En este sentido, la interrupción del alto el fuego que había aceptado el gobierno de Netanyahu se suma a la posible destitución de Bar, en un momento en que muchos temen que esto signifique el nombramiento de un personaje afín a las intenciones del primer ministro, lo que a su vez prolongaría el estado de guerra y la ausencia de los prisioneros.

Y es que, tras la decisión de reanudar los ataques sobre la población palestina, los familiares y cercanos a las víctimas acusan a Netanyahu de sacrificar a los prisioneros que siguen vivos con el objetivo de aprovechar la guerra contra Hamás para seguir concentrando el poder.


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Tensiones internas

A la par de la posible destitución de Ronen Bar —por la “persistente desconfianza personal y profesional” de Netanyahu, según medios locales—, el gobierno israelí aprobó el regreso del diputado de extrema derecha Itamar Ben Gvir como ministro de Seguridad Nacional. El funcionario, quien había renunciado al cargo ministerial el 19 de enero en protesta por el acuerdo de tregua con Hamás, fue electo por unanimidad, aunque no sin oposición. Anteriormente, Baharav-Miara, fiscal general del Estado hebreo, lo acusó de interferir indebidamente en las operaciones policiales y de politizar la labor de la policía.

Estos factores, junto a la insistencia de Netanyahu en permanecer en el poder, incluso han generado temores de una guerra civil. Aharon Barak, expresidente del Tribunal Supremo de Israel, señaló al medio Ynet que “la profunda división entre los propios israelíes (...) se está agravando, y me temo que es como un tren que descarrila, desviándose hacia el abismo y conduciendo a una guerra civil. Debemos impedir la tiranía de la mayoría”.

›Incluso el presidente de Israel, Isaac Herzog, emitió declaraciones sobre la polarización que se vive en el país. “Es imposible no sentirse profundamente afectado por la dura realidad que se despliega ante nuestros ojos (...) estamos presenciando una serie de acciones unilaterales y estoy profundamente preocupado por su impacto en nuestra integridad nacional”, dijo, aunque sin atreverse a mencionar directamente al primer ministro Netanyahu.

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Al respecto, Netanyahu advirtió que los ataques —que hasta el momento han dejado más de 600 muertos y mil heridos— son “solo el principio”, y defendió el aumento de la presión militar para garantizar la liberación de los rehenes que siguen en manos de Hamás.

Sus palabras han sido apoyadas por el gobierno del presidente Trump, quien respaldó a Israel en su decisión de violar el acuerdo. “El presidente dejó muy claro a Hamás que, si no liberaban a todos los rehenes, se desataría el infierno”, dijo Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca. Ni Netanyahu ni la Casa Blanca han mencionado el acuerdo previo de alto el fuego, que había sido aceptado por todas las partes involucradas.

Desde el inicio de la ofensiva israelí, el 7 de octubre de 2023, se estima que 49 mil 617 palestinos han sido asesinados y 112 mil 950 han resultado heridos.