Bashar al Assad se refugia en Rusia tras la caída de Damasco
El expresidente sirio Bashar al Assad llegó a Moscú, Rusia, junto con su familia como asilado político, luego de que grupos armados tomaran el control de Damasco
El expresidente sirio Bashar al Assad llegó a Moscú, Rusia, junto con su familia como asilado político, luego de que grupos armados tomaran el control de Damasco y declararan el colapso de su régimen. Este evento marca el fin de una era de más de dos décadas de liderazgo que dejó a Siria devastada por la guerra civil.
La caída de Damasco ocurrió tras una ofensiva liderada por Hayat Tahrir al Sham, una coalición islamista que lanzó ataques desde Idlib a finales de noviembre de 2024. En solo dos semanas, las fuerzas opositoras capturaron ciudades clave como Alepo, Hama y Homs, antes de entrar a la capital, proclamando el fin del gobierno de Assad.
Durante días, el paradero del expresidente fue desconocido. Finalmente, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia confirmó que Assad abandonó el país y renunció a la presidencia, instruyendo a su círculo cercano a facilitar una transición pacífica que, hasta ahora, parece incierta.
¿Quién es Bashar al Assad?
Bashar al-Assad (Damasco, Siria, 11 de septiembre de 1965) fue hasta ayer el presidente de Siria, cargo que ocupa desde el 17 de julio de 2000 tras suceder a su padre, Hafez al-Assad, quien gobernó el país durante tres décadas.
Formado inicialmente como oftalmólogo, Bashar estudió en la Universidad de Damasco y posteriormente en Londres, pero regresó a Siria tras la muerte de su hermano mayor, Bassel, quien era el heredero político. A partir de entonces, Bashar fue preparado para liderar el país, asumiendo roles clave en el gobierno y en el Partido Baaz Árabe Socialista.
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Su presidencia estuvo marcada por la guerra civil siria, que comenzó en 2011 como parte de la Primavera Árabe. Su gobierno ha sido acusado de violaciones a los derechos humanos y uso de fuerza militar contra civiles, mientras que él sostiene que lucha contra el terrorismo y el extremismo en el país. A pesar de las críticas y sanciones internacionales, Assad ha mantenido su control gracias al apoyo de aliados como Rusia e Irán.
Su liderazgo quedó marcado por una de las guerras civiles más devastadoras de la región, que comenzó en 2011 tras una serie de protestas antigubernamentales.
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El conflicto escaló rápidamente, con millones de desplazados y una Siria fragmentada tanto política como territorialmente. Aunque Assad recuperó parte del control territorial en 2018 con el apoyo de aliados internacionales como Rusia e Irán, su régimen nunca logró estabilizar completamente el país.
El refugio otorgado a Assad por Moscú subraya el papel clave de Rusia como su principal aliado durante el conflicto. Este apoyo incluyó operaciones militares que ayudaron al régimen a resistir los embates de grupos opositores durante años. Ahora, con Assad en territorio ruso, el futuro de Siria queda en manos de las fuerzas que tomaron Damasco. DJ