Baja California Sur es un territorio donde los extremos convergen para crear paisajes únicos en el mundo. Desde las aguas transparentes del Mar de Cortés hasta los desiertos salpicados de cactus y cardones, este estado mexicano cautiva con su biodiversidad y belleza. Un lugar que, según Jacques Cousteau, alberga “el acuario del mundo”.
En este destino, lo natural se combina con lo cultural. Sus playas y áreas protegidas atraen a viajeros en busca de experiencias memorables, mientras que los pueblos mágicos, como Todos Santos, invitan a recorrer sus calles llenas de historia y arte. La mezcla de lo rústico y lo moderno se traduce en una oferta turística tan variada como enriquecedora.
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Baja California Sur también es hogar de aventuras únicas. Durante el invierno, las ballenas grises llegan para parir en sus cálidas aguas, ofreciendo un espectáculo de la naturaleza que ha enamorado a locales y visitantes por generaciones. Por otro lado, los arrecifes coralinos de Cabo Pulmo son un paraíso para los buceadores.
Pero no todo es naturaleza. La gastronomía local es otro de los grandes atractivos del estado. Desde los platillos de mariscos frescos hasta innovadoras propuestas culinarias que combinan tradición y modernidad, Baja California Sur también deleita al paladar. Este destino es una invitación abierta a sumergirse en un mundo de contrastes inolvidables.
La Paz y el Malecón
Camina por el Malecón de La Paz al atardecer y déjate envolver por la brisa del Mar de Cortés. No te pierdas un paseo en lancha para visitar la isla Espíritu Santo, donde puedes nadar con lobos marinos y admirar playas vírgenes de aguas turquesa.
Todos Santos
Un Pueblo Mágico que combina arte, cultura y playa. Visita la legendaria Hotel California, pasea por sus galerías de arte, y disfruta de una puesta de sol inolvidable en la playa Cerritos, ideal para surfistas.
Sierra de la Laguna
Una joya escondida para los amantes del ecoturismo. Disfruta de caminatas entre cañones, cascadas y oasis en medio del desierto. Un lugar perfecto para desconectarte y adentrarte en la naturaleza.
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Guerrero Negro y las salinas
Hogar de la salinera más grande del mundo, Guerrero Negro también es un sitio privilegiado para observar ballenas. Además, el avistamiento de aves en sus lagunas es un deleite para los amantes de la fotografía.
Cabo Pulmo
Este Parque Nacional Marino es un paraíso para los buceadores. Sus arrecifes coralinos, entre los más antiguos de América del Norte, albergan una asombrosa diversidad de vida marina. Es ideal para hacer snorkel o aprender a bucear.
Bahía Magdalena
Durante el invierno, este sitio se convierte en un santuario de ballenas grises que llegan a reproducirse y cuidar a sus crías. Puedes contratar tours para observarlas de cerca, un espectáculo que emociona a chicos y grandes.
Cabo San Lucas y El Arco
Este ícono natural, donde el océano Pacífico se encuentra con el Mar de Cortés, es imperdible. Realiza un tour en barco hasta El Arco y contempla la vida marina que lo rodea, incluyendo peces tropicales y, si tienes suerte, mantarrayas gigantes.
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