485 millones de años al capricho del dióxido de carbono

11 de Diciembre de 2024

485 millones de años al capricho del dióxido de carbono

Paleo Collections

Vista de una parte de la colección paleontológica del Museo Smithsoniano de Historia Natural, adicionada con especímenes representativos de otras partes de los tres pisos de fósiles que tiene el museo.

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Chip Clark

Vista de una parte de la colección paleontológica del Museo Smithsoniano de Historia Natural, adicionada con especímenes representativos de otras partes de los tres pisos de fósiles que tiene el museo.
Chip Clark

Una nueva investigación encontró, casi por casualidad, que el dióxido de carbono ha sido el principal impulsor de las variaciones climáticas

El análisis más detallado que se ha hecho hasta ahora sobre el clima de la Tierra y su relación con el dióxido de carbono, muy probablemente generado y regulado por los seres vivos, revela que durante los últimos 485 millones de años este gas de efecto invernadero ha sido el principal factor que ha influido en el clima de la Tierra.

485 millones de años es un lapso de tiempo mucho más grande de lo que se había calculado hasta ahora o se esperaba, aun cuando se sospechara la importancia del dióxido de carbono; pero tiene una explicación bastante sencilla y coherente, pues coincide con la primera parte del llamado eón Fanerozoico, que es cuando la vida sobre el planeta Tierra adquirió formas más grandes y complejas, que inició hace 542 millones de años y que comprende las eras Paleozoica, Mesozoica y Cenozoica.

Además de su relevancia científica, esta investigación, que en un inicio no estaba buscando un resultado así, permite hacernos una idea de lo que realmente puede significar, más que el cambio climático, el calentamiento global.

Un inicio inocente

En 2018, un equipo de investigación del Museo Nacional Smithsoniano de Historia Natural, en Washington, se propuso hacer una nueva sala de exhibiciones. La Sala de Fósiles David H. Koch: Tiempo Profundo tenía como objetivo poner algunos de los fósiles de la inmensa colección del museo en el contexto de cómo ha cambiado el clima de la Tierra en los últimos 500 millones de años (la vida antes del Fanerozoico prácticamente no dejaba fósiles).

Por medio de un enfoque llamado asimilación de datos (desarrollado originalmente para la predicción meteorológica), el equipo, que incluía personal de las universidades de Arizona, Bristol y de California en Davis, pudo combinar datos del registro geológico y modelos climáticos para crear una comprensión más coherente de los climas antiguos.

“Descubrimos que la temperatura de la Tierra ha variado de forma más dinámica de lo que se creía anteriormente y que los climas de invernadero eran muy cálidos”, señala el equipo en el reporte de la investigación publicado esta semana en la revista Science. Agregan que el dióxido de carbono ha sido “el principal impulsor del clima del Fanerozoico”.

Hacia el cálido futuro

“Si estudias los últimos dos millones de años, no encontrarás nada que se parezca a lo que esperamos en 2100 o 2500”, señala Scott Wing, del Departamento de Paleobiología del Smithsonian en un comunicado de esta institución. Para encontrar ejemplos de las temperaturas que podrían ocurrir en los próximo siglos habría que buscar en el llamado Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, un período de rápido calentamiento global hace unos 55 millones de años.

La investigación también revela que la temperatura promedio global de la Tierra, de alrededor de 15 grados Celsius, es más fría de lo que ha sido durante gran parte del Fanerozoico. Pero el clima se está calentando rápidamente debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, en particular el dióxido de carbono.

El calentamiento actual del planeta tiene un ritmo mucho más rápido que incluso los eventos de calentamiento más rápidos del Fanerozoico, señala el equipo de investigación, y agregan que algunos otros episodios de cambio climático rápido durante el Fanerozoico han provocado extinciones masivas.

“Los humanos, y las especies con las que compartimos el planeta, están adaptados a un clima frío. Ponernos a todos rápidamente en un clima más cálido es algo peligroso”.
Jessica Tierney, Departamento de Geociencias de la Universidad de Arizona.