Al cierre de este año, y en un contexto de guerras, conflictos y zonas de violencia, los periodistas fueron una de las principales víctimas en todo el mundo. De acuerdo con la Federación Internacional de Periodistas (FIP), este 2024 fue especialmente mortífero para los comunicadores, con un saldo de 104 periodistas asesinados con corte al 11 de diciembre.
“Es uno de los peores años”, admitió Anthony Bellanger, secretario general de la FIP, al dar a conocer los resultados de su informe anual 2024 sobre periodistas y trabajadores de los medios de comunicación muertos en acto de servicio.
De manera especial, Bellanger denunció “la masacre que está teniendo lugar ante los ojos de todo el mundo en Palestina”, que encabeza la lista de crímenes contra periodistas al sumar 55 profesionales de prensa de medios palestinos. Figuras como Mohammed Balousha –quien dio a conocer al mundo la noticia de varios bebés que murieron en sus incubadoras después de que Israel obligó a pacientes y médicos que abandonaran el hospital Al-Nasr sin llevarse nada– y Ahmed Baker al Louh –camarógrafo que fue víctima de un asesinato selectivo y se convirtió en la quinta víctima mortal de la cadena de información Al Jazeera– son algunos de los más recientes, pero cada uno de ellos representa la impunidad y violencia de Israel en los territorios palestinos ocupados.
La cifra de periodistas palestinos asesinados podría ser mayor, ya que otros organismos internacionales como el Comité de Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) estima en al menos 66 los comunicadores eliminados en Israel, el territorio palestino ocupado y el Líbano.
Por su parte, la región de Asia y el Pacífico registró un total de 20 reporteros asesinados, de los cuales seis pertenecían a Pakistán, cinco a Bangladés y tres eran de India.
Asimismo, en África, al menos ocho periodistas fueron asesinados debido a las distintas facciones y luchas por el poder que asolan el continente desde hace décadas.
En el continente americano, México encabeza la lista con cinco reporteros reconocidos por la Federación Internacional de Periodistas, entre los que se cuenta Roberto Carlos Figueroa –secuestrado en Morelos durante mayo, y que apareció horas más tarde sin vida–, Víctor Alfonso Culebro Morales –encontrado sin vida y con signos de violencia en Chiapas en julio– y Alejandro Alfredo Martínez Noguez, atacado a tiros mientras manejaba en Celaya, Guanajuato, el pasado agosto.
Con estas cifras, Reporteros Sin Fronteras colocó a nuestro país como la nación de América Latina que concentra un mayor número de muertes por ejercer la labor periodística.
En Europa, la guerra entre Rusia y Ucrania le costó la vida a cuatro comunicadores, la cifra más baja por región, lo que colocó al continente como el más seguro para ejercer la labor de informar.
La FIP también informó que este año, 520 periodistas fueron encarcelados, la mayoría de ellos en China, que concentra a 135 de ellos. Israel ocupó el segundo lugar, con 59 periodistas palestinos arrestados arbitrariamente, y Myanmar la tercera posición, con 44.
A pocos días de que termine este año, tanto Anthony Bellanger, como otras organizaciones de defensa de la libertad de prensa y los derechos humanos coinciden en que Gaza, Cisjordania y los territorios ocupados por Israel son el lugar más peligroso para ejercer el periodismo. Por ello que se hicieron nuevos llamados para garantizar la seguridad de todos aquellos encargados de observar y comunicar los acontecimientos de interés mundial.