Tras la cancelación de la reunión entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los representantes de Sélvame del Tren por la construcción del tramo cinco del Tren Maya, integrantes del colectivo se instalaron en las puertas del Palacio Nacional para exigir audiencia con el mandatario nacional.
Sin embargo, los ambientalistas no lograron pasar a Palacio ni conseguir una nueva cita para reunirse con el mandatario nacional, quien solicitó se reunieran con funcionarios del Fonatur, a cargo de la construcción del Tren.
Instalados en la calle de Corregidora, los ambientalistas Arturo Islas, Roberto Rojo, José Urbina, entre otros, se manifestaron en contra de la construcción de este tramo que pone en peligro la red de cenotes que nutren la selva entre Cancún y Tulum.
De acuerdo con Islas, no se oponen al progreso que representa el Tren Maya, a lo que se oponen es a la construcción sin estudios de impacto ambiental y de manera apresurada. A tal punto, que acusó al Fonatur de no revisar la cantidad de hoyos negros que hay en el tramo y también los acusaron de que ya van dos millones de árboles talados en la construcción.
También reveló que los ejidatarios de Jacinto Pat recibieron 150 millones de pesos por la compra de los derechos de vía, lo que representó un millón de pesos por cada parcela.
Por ende cambiaron su postura, ya que al principio se oponían a la construcción del tramo férreo. Islas aseguró también que de continuarse con la construcción del tramo, podría haber una catástrofe, porque la tierra ahí es muy delgada y se puede caer un tren en un cenote.
Por su parte, Urbina indicó que siguen esperando la invitación a la reunión pautada y que la invitación a López Obrador a que visite el tramo cinco y conozca sus riquezas ambientales, sigue en pie. BG
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