Corea del Norte enfrenta este año una escasez de alimentos de alrededor de 860 mil toneladas, advirtió la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que advirtió de un “duro período de carencia” en los próximos meses.
El empobrecido país, que enfrenta múltiples sanciones internacionales por sus programas nucleares y balísticos, ha luchado durante años por alimentar a su población, sufriendo carencias crónicas.
El año pasado, la pandemia del coronavirus y una serie de tormentas e inundaciones aumentaron la presión sobre su débil economía, y Pyongyang admitió en junio que encara una “actual escasez de alimentos”.
Corea del Norte tiene previsto producir este año “un nivel casi promedio” de 5,6 millones de toneladas de granos, según el informe de la FAO, con fecha de lunes.
El monto equivale a 1,1 millón de toneladas menos de lo necesario para alimentar a toda su población, agregó el informe.
Con importaciones previstas por 205.000 toneladas, el país enfrentaría un faltante de alrededor de 860.000 toneladas.
“Si esta brecha no se cubre adecuadamente con importaciones comerciales o ayuda alimentaria, los hogares podrían sufrir un duro período de carencias de agosto a octubre”, agregó la FAO.
Pyongyang cerró sus fronteras en enero del año pasado para resguardarse de la pandemia, y como resultado, su comercio con Pekín, su principal soporte, cayó al mínimo mientras los trabajadores internacionales de socorro abandonaron el país.
Además, una serie de tifones recientes provocaron inundaciones que destruyeron miles de casas y anegaron áreas de cultivo.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, ha hecho algunas referencias a las dificultades en los últimos meses, al señalar que la situación alimentaria era “tensa” y pedir a la población prepararse para “la peor situación vivida”.
Corea del Norte sufrió una hambruna nacional en los años 1990, que mató a cientos de miles de personas luego de que la caída de la Unión Soviética dejó al país sin un apoyo crucial.