El presidente brasileño Michel Temer rechazó el jueves de plano la posibilidad de renunciar pese a las graves acusaciones de corrupción surgidas en su contra y a la erosión de su base aliada.
“No renunciaré", proclamó el mandatario en un mensaje televisado a la nación, después que el Supremo Tribunal Federal (STF) decidiera abrir una investigación sobre los señalamientos surgidos la víspera.
Temer, con una popularidad bajo mínimos, reivindicó su gestión, que apunta a sacar a Brasil de su peor recesión en un siglo mediante recetas de austeridad.
“La caída de la inflación, los números de retorno del crecimiento y los datos de mejora del empleo crearon esperanzas de días mejores. El optimismo retornaba y las reformas avanzaban en el Congreso”, proclamó el mandatario, que asumió el poder hace un año en sustitución de la destituida izquierdista Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente.
Pero “una grabación clandestina trajo de nuevo el fantasma de crisis la política”, lamentó Temer antes de advertir: “El inmenso esfuerzo (...) se puede volver inútil. No podemos tirar a la basura de la historia tanto trabajo en pro del país”.
Temer supuestamente fue grabado por un empresario cuando daba aval al pago de sobornos para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y a su operador monetario, ambos en prisión en el marco de la operación ‘Lava Jato’ que investiga una red de sobornos para obtener contratos en la estatal Petrobras.
Esa grabación habría sido entregada a la justicia, como parte de la declaración premiada del empresario Joesley Batista, dueño de la mayor empresa cárnica del mundo, JBS.
Pero Temer subrayó: “Yo no compré el silencio de nadie”, antes de decirse convencido de que en el STF podrá demostrar que no tuvo “ningún involucramiento” con los hechos que se le reprochan y de exigir la investigación “plena y muy rápida” que merece el pueblo brasileño.
El futuro de Temer
Entretanto, ocho legisladores ya presentaron pedidos de ‘impeachment’ y varios partidos, incluyendo algunos que votaron por la destitución de Rousseff, se aprestan a pedir el mismo tratamiento contra Temer, que se propone entregar el mando a quien gane las presidenciales de octubre de 2018.
La agitación judicial, política, social y económica genera todo tipo de especulaciones sobre el desenlace de esta crisis fulgurante.
Aunque Temer anunció que no dimitirá, muchos se preguntan qué podría pasar en caso de que el STF decidiera condenarlo y lo hiciera más rápidamente de lo esperado o de que el mandatario sufriera un ‘impeachment’ como el que Cunha y él impulsaron un año atrás.
La Constitución prevé que en caso de vacío en la Presidencia durante la segunda mitad de un mandato, el Congreso elija un nombre para completarlo. Una perspectiva preocupante, dado el elevado número de legisladores bajo sospecha de corrupción. Existen interpretaciones y propuestas también que permitirían adelantar los comicios.
“Temer no tiene inmunidad pero puede contar con una protección política más o menos fuerte. Hoy, la gran pregunta es si los partidos que forman la base del gobierno dejarán o no el gobierno”, dijo a la AFP Thomaz Pereira, profesor de derecho constitucional de la Fundación Getulio Vargas. Entretanto, por las mismas grabaciones del empresario Batista, el STF suspendió de su cargo al senador Aécio Neves, candidato presidencial derrotado en 2014 y presidente del partido de centrodeerecha PSDB, aliado clave del gobierno.
Agitación política y social
Pero la filtración de esa “bomba” en el diario O Globo la noche del miércoles generó agitación judicial, política y social, y todo tipo de especulaciones este jueves sobre el desenlace de esta crisis fulgurante.
Al menos tres legisladores ya presentaron pedidos de ‘impeachment’ (destitución) y varios partidos, incluyendo algunos que votaron por la destitución de Rousseff, se aprestan a pedir el mismo tratamiento contra Temer, que se propone entregar el mandato a quien gane las presidenciales de octubre de 2018.
El expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), de un partido aliado del gobierno, afirmó en su cuenta Facebook que si Temer carece de argumentos convincentes para defenderse “tendrá el deber moral de facilitar la solución, así sea con la renuncia”.
Los movimientos que sacaron a millones de personas a pedir la salida de Rousseff -acusada de manipular las cuentas públicas- también llaman a volver a las calles para castigar a los “corruptos”.
Sin contar a los partidos de izquierda y las organizaciones sindicales y sociales, que piden la partida del “golpista” Temer y el abandono de las medidas de austeridad, con llamados a marchas este jueves en las principales ciudades del país.
‘Lava Jato’ con fuerza máxima
Entretanto, la Policía Federal realizó por la mañana decenas de operaciones en Brasilia, Rio de Janeiro y Belo Horizonte (sudeste).
Varios procedimientos tenían por blanco propiedades del senador Aécio Neves, candidato derrotado en la presidencial de 2014 y aliado clave del gobierno de centroderecha, también implicado en las denuncias de O Globo.
La Operación ‘Lava Jato’ (lavadero de autos), lanzada en 2014 e impulsada desde Curitiba por el juez de primera instancia Sergio Moro, ya llevó a la cárcel a decenas de encumbrados empresarios y a políticos de primer plano y tiene en la mira a buena parte del gobierno y a cerca de un tercio del Congreso, de partidos tanto de la base aliada como de la oposición.
Las investigaciones se centran en el pago de sobornos por parte de grandes constructoras a dirigentes políticos, para ganar licitaciones en Petrobras.
Y aunque Temer anunció que no renunciará, muchos se preguntan qué podría pasar en caso de que, por ejemplo, sufriera un ‘impeachment’ (destitución).
La Constitución prevé que en caso de vacío en la Presidencia durante la segunda mitad de un mandato, el Congreso elija un nombre para completarlo. Una perspectiva preocupante, dado el elevado número de legisladores bajo sospecha de corrupción.
Existen interpretaciones y propuestas que permitirían adelantar los comicios, previstos para octubre de 2018.
Mercados en el pozo
En medio de la incertidumbre antes del discurso de Temer, la Bolsa de Sao Paulo suspendió sus operaciones poco después de la apertura durante media hora, ante un derrumbe de más de 10% del índice Ibovespa.
Por la tarde, una hora antes del cierre, sus pérdidas superaban el 8%, en un contexto marcado también por las turbulencias políticas en Estados Unidos.
El real, por su lado, se devaluaba cerca de un 6% frente al dólar.
Los mercados temen que los enredos políticos dificulten o bloqueen el avance de las reformas del sistema de jubilaciones y de flexibilización de la legislación laboral propuestas por Temer. AFP. AS/RB