Dos días después del asesinato de Zenaida Pulido, Mario Vergara, integrante de Los Otros Desaparecidos, expresó su pesar por el ataque a la activista michoacana y se cuestionó si vale la pena seguir con las búsquedas de personas en el país.
“No vale la pena sacar muertos y enterrar vivos; eso está sucediendo en las búsquedas de nuestros familiares desaparecidos; ha muchos los van a matar”, señala en un mensaje el activista cuyo hermano desapareció en Huitzuco, en 2012.
Asegura que desde el 16 de noviembre, sin mencionar el año, se ha formado una “bolita de nieve” contra los activistas que buscan a familiares desaparecidos.
Mario Vergara pregunta si vale la pena morir en las búsquedas para encontrar más víctimas, “después de esto, ¿quién buscará a tu familiar?”.
En una entrevista para cuartopoder.es Vergara asegura que dejó su trabajo como repartidor de cerveza y empezó la búsqueda de su hermano, junto al grupo de Los Otros Desaparecidos. Ante la falta de compromiso por parte de las autoridades, se ha visto obligado a aprender a exhumar restos humanos.
“El gobierno no ha dimensionado este problema que tiene entre las manos”, mencionó al medio español.
De acuerdo a los reportes oficiales, Pulido fue atacada cuando viajaba a bordo de su vehículo por un grupo armado en la carretera costera que atraviesa la localidad de Pichilinguillo, a 122 kilómetros de la cabecera municipal de Aquila y a 430 kilómetros de la capital del estado.
La víctima había denunciado la desaparición de familiares a manos de la delincuencia organizada y participó en la Caravana de Búsqueda de Personas Desaparecidas que estuvo en la costa michoacana el pasado 8 de mayo.
Laura Orozco, integrante de “Familiares Caminando por Justicia”, aseguró que Zenaida Pulido recibió amenazas de muerte, incluso hasta en su domicilio, hecho que se disponía a denunciar cuando fue atacada con armas de fuego a la altura de Pichilinguillo.
En los primeros 53 meses de la administración de Enrique Peña Nieto, ejecentral informó que 125 activistas defensores de los derechos humanos fueron asesinados.
En todos los casos de asesinatos contra activistas, durante el sexenio anterior, el común denominador es el contexto de violencia en los sitios en que se cometieron. RB
