El presidente de Irán, Ebrahim Raissi, prometió el martes que “no tendrá piedad” con aquellos que muestran su hostilidad hacia la república islámica en las manifestaciones desencadenadas por la muerte de la joven Mahsa Amini mientras estaba detenida.
Estos desfiles, generalmente llamados “disturbios” por las autoridades, comenzaron con la muerte el 16 de septiembre de esta kurda iraní de 22 años, después de su detención en Teherán bajo la acusación de haber violado el estricto código de vestimenta vigente en el país para las mujeres.
“Los hipócritas, los monárquicos, las corrientes contrarrevolucionarias y todos los perjudicados por la revolución se han unido a las manifestaciones”, declaró Raissi a una multitud frente a la universidad de Teherán.
“Los brazos de la nación están abiertos a todos los que fueron engañados. Los jóvenes son nuestros hijos, pero no tendremos piedad con los elementos hostiles”, insistió.
Mientras tanto, un iraní se suicidó hoy lanzándose en el río Ródano en Lyon, en el centro-este de Francia, para denunciar la situación en Irán y la represión de las protestas que empezaron tras la muerte de Mahsa Amini.
“Cuando veréis este video, ya estaré muerto”, aseguró Mohamad, de 38 años, en un video que dejó publicado de manera póstuma en su cuenta de Instagram.
100 iraníes detenidos en protestas enfrentan acusaciones que pueden ser castigadas con pena de muerte.
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