El 30 de marzo de 2020, cuando México acumulaba mil 94 casos confirmados y 28 defunciones por Covid-19, el presidente Andrés Manuel López Obrador participó en la primera reunión de la sesión permanente del Consejo de Salubridad General (CSG), y solicitó a los miembros del gabinete que integran el organismo “no sólo dar malas noticias, sino dar esperanza y evitar la depresión”, porque, dijo, “el estado de ánimo es fundamental para combatir la pandemia”.
Asimismo, señaló los efectos de la enfermedad por coronavirus de forma comparativa con otros daños a la salud, como son los homicidios, y la corrupción que “se estaba acabando”, de acuerdo con el acta de la primera reunión celebrada en el salón Daniel Cabrera de Palacio Nacional.
Habían pasado tres días desde que el propio consejo emitiera acciones extraordinarias en materia de salud para combatir la Covid-19 en el país, y 20 desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS), declarara el nuevo virus como una pandemia cuando el CSG delineó un acuerdo por el que se declaró como emergencia sanitaria “por causa de fuerza mayor” a la enfermedad generada por el virus SARS-CoV-2.
Proyectos insignia
Según la minuta obtenida por ejecentral vía transparencia, fue el canciller Marcelo Ebrard quien leyó las medidas de seguridad sanitarias, previamente explicadas por el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, entre ellas la suspensión inmediata de las actividades consideradas no esenciales, del 30 de marzo al 30 de abril, para disminuir la carga de enfermedad, sus complicaciones y el riesgo de muerte.
A pesar de la presencia de López Obrador en la reunión, en el listado de actividades permitidas no se mencionó a cuatro proyectos fundamentales de su administración: la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles en Santa Lucía y el Corredor Transístmico. Las obras serían incluidas finalmente en un anexo publicado el 6 de abril en el Diario Oficial de la Federación.
También se ordenó la suspensión de reuniones superiores a 50 personas, se aconsejó el lavado frecuente de manos, el estornudo de etiqueta y el resto de las medidas ya consideradas en la Jornada Nacional de Sana Distancia.
López Obrador también solicitó que se pusiera especial atención en explicar que el retiro de los trabajadores debería ser con goce de sueldo para evitar poner en riesgo el trabajo y el salario de la población.
López-Gatell aseguró que se había puesto “especial cuidado” en que las medidas no vulneraran el bienestar de la población.
El Presidente destacó la riqueza cultural del país y la fraternidad familiar que se observa en el cuidado a los enfermos como una fortaleza más del país, “teniendo la mujer un papel preponderante, así como es el hogar y no un hospital el lugar habitual para ello”.
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