En los últimos cinco años, México recibió menos inversión extranjera directa (IED) de lo que potencialmente debió captar. Entre los factores que obstaculizaron que la IED fuera mayor fue el bajo nivel educativo de la mano de obra disponible para las empresas que llegan a México. Asimismo, el alto costo de capital, las malas políticas sobre infraestructura y la inestabilidad social, aseguró en su informe de expectativas de crecimiento para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.
Un documento del organismo internacional reveló que “en los últimos cinco años México experimentó aumentos menores en los flujos de IED, a pesar de su obvia proximidad con Estados Unidos”. Indicó que los factores descritos reducen el atractivo como destino para el nearshoring, o relocalización de las empresas.
El Banco Mundial señaló que, “a pesar del aumento en la IED que tuvo lugar durante el transcurso del pasado año, no hay mucha evidencia de que la región esté aprovechando el reordenamiento de las cadenas de valor mundiales. En la mayoría de los países (incluido México), la IED por lo general se alinea con los indicadores de la tendencia prepandémica”. En otras palabras, no hubo un repunte considerable en los flujos de inversión después de la crisis sanitaria, sino que se conservó la tendencia, no existe un beneficio significativo por el nearshoring.
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Si bien el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha tenido un repunte en la IED y las tasas de crecimiento son las más altas en comparación con sus antecesores, el Banco Mundial indica que el potencial fue limitado. “En términos de capital humano nos falta mano de obra calificada, dicen los empresarios. Pero nos faltan técnicos y tecnológicos, ingenieros, de todo el rango de capital humano falta”, indicó William Maloney, Economista en jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial en un foro de transformación digital. Señaló que debe ponerse atención a cuáles cambios estructurales se están necesitando para que la región latinoamericana no se quede atrás, si bien mejoraron las expectativas de crecimiento respecto a lo esperado aún se encuentra por debajo del desempeño del resto del mundo.
Este martes, el Banco Mundial dio a conocer que hizo un ajuste en la estimación del crecimiento económico para nuestro país, y prevé que sea de 3.2% desde el 2.5% que había estimado en junio pasado. Igualmente, el de 2024 lo modificó a 2.5% desde el registro de 1.9% previo.
2.5
por ciento fue la estimación inicial de crecimiento del Banco Mundial para el 2024 este año
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