TOKIO, JAPÓN. El consejo de administración del fabricante de automóviles japonés Nissan no logró elegir un nuevo presidente para remplazar a Carlos Ghosn, detenido en Japón desde el 19 de noviembre pasado por fraude fiscal, anunció la empresa.
El consejo tomo nota de la continuación de las discusiones” del comité de tres miembros encargado de proponer una nombre “y reafirmó sus esfuerzos para informar plenamente a sus socios de la alianza, Renault y Mitsubishi Motors”, indicó el comunicado publicado por Nissan.
El grupo automóvil japonés Nissan convocó a su consejo de administración para nombrar a un sustituto a Ghosn. Un mes después del arresto por ocultación de ingresos del hombre fuerte de la alianza, que está siendo investigado y sigue detenido, la situación entre los dos aliados se degrada, lejos de la unidad que pretenden transmitir. Nissan, también inculpado en este caso en tanto que persona moral, recibió una carta de su socio francés reclamando la convocatoria de una asamblea general de accionistas lo antes posible, según una fuente próxima al caso, que confirmó las informaciones del Wall Street Journal (WSJ). El director general de Renault, Thierry Bolloré, juzgó que esta “acusación crea riesgos importantes para Renault, puesto que es el principal accionista de Nissan, y para la estabilidad de nuestra alianza industrial”. La asamblea general permitiría “hablar de la gobernanza y de otros temas, como personas nombradas por Renault en el consejo de administración de Nissan y en los altos rangos”, según el correo. Renault rechazó hacer ningún comentario. Tampoco quiso Nissan, que reafirmó su “compromiso inquebrantable” con la alianza de 20 años que forman, junto con Mitsubishi Motors, el primer conjunto automovilístico mundial.
Gobernanza en cuestión
Renault, que salvó a Nissan de la quiebra, posee el 43,4% del constructor nipón, que por su parte detenta el 15% de su socio francés, pero sin derecho a voto. A lo largo de los años, los rencores se fueron acumulando en el constructor nipón ante el desequilibrio. Pero si bien algunos responsables esperaron poder aprovechar la destitución de Ghosn para revisar los términos de la alianza, Nissan y su presidente ejecutivo, Hiroto Saikawa, en la actualidad parecen debilitados, y más aún teniendo en cuenta que el grupo se vio salpicado por un escándalo relacionado con la inspección de vehículos. “El caso Ghosn” ha sacado a la luz las carencias de la gobernanza del grupo, con una cuestión central, a saber, como fue posible que Nissan no hubiera descubierto o denunciado antes los “actos graves” de los que se acusa a Ghosn. El poderoso patrón de la industria está siendo procesado por haber omitido declarar a las autoridades bursátiles japonesas unos 5 mil millones de yenes (38 millones de euros) de ingresos durante cinco años, de 2010 a 2015. Además, es sospechoso de haber hecho lo mismo entre 2015 y 2018 por un monto de 4 mil millones de yenes (31.1 millones de euros). Nissan lo acusa de asimismo de usar ilícitamente residencias de lujo pagadas por la compañía por todo el mundo. Una de ellas, en Rio de Janeiro, es objeto de un juicio, pues Nissan sospecha que la familia de Ghosn pudo haberse quedado con documentos importantes. Hasta hace poco, el constructor solo tenía un administrador externo, procedente de Renault, al contrario de lo que recomendaban las autoridades en el código de gobernanza. A principios de 2018 fueron nombrados dos miembros independientes, pero sin ninguna experiencia en empresa o contabilidad. Además, tampoco había ningún comité independiente para controlar los nombramientos o las retribuciones de los dirigentes, cuestiones que dependían directamente de Carlos Ghosn quien, según sus detractores, no soportaba que le llevaran la contraria. Para tratar de acallar las críticas, Nissan prevé nombrar este lunes un comité especial para reforzar la gobernanza del grupo. También se tratará el nombramiento de un sustituto de Ghosn, un tema mucho más delicado. Nissan quiere nombrar a alguno de los administradores actuales. Renault, que, al contrario que Nissan, decidió mantener a Ghosn como presidente al no haber constatado ninguna anomalía en su remuneración francesa, explicó que “no podía interferir en el consejo de administración de Nissan”. De los nueve miembros, “Renault tiene derecho a nombrar hasta a cuatro”, y ni uno más.