Dos veces el gobierno de Estados Unidos —principal socio de México— desairó la invitación del presidente Andrés Manuel López Obrador a estar en el evento de conmemoración de la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México. El rechazo tiene un marco complejo.
Aunque la invitación fue formulada hace más de un mes, ni el presidente Joe Biden, ni el segundo hombre más importante de la administración, el secretario de Estado, Antony Blinken, vendrán a México.
“Nosotros le formulamos una invitación para que él visite México, y tener una reunión”, dijo el presidente López Obrador el pasado 11 de agosto en relación con Biden, quien declinó y se habló entonces de que en su lugar estaría Blinken.
Sin embargo, este viernes el tabasqueño precisó que el secretario de Estado tampoco estaría presente en el evento del próximo 27 de septiembre. “Viene posteriormente. pero vienen representantes de varios gobiernos del mundo”, dijo.
Este mismo viernes, el gobierno de Estados Unidos hizo un llamado al canciller Marcelo Ebrard y a los gobiernos de Centroamérica a fortalecer el Estado de derecho como vía para fomentar la inversión extranjera, el empleo y las oportunidades.
El encargado de hacer público el mensaje de Blinken fue el vocero del Departamento de Estado de EU, Ned Price, quien explicó que el exhorto se produjo tras la reunión del jueves en Nueva York, entre cancilleres de la región.
El rechazo de la administración de Joe Biden tiene un contexto ríspido en las relaciones bilaterales. El gobierno mexicano ha tenido aproximaciones con China —rival número uno de Estados Unidos— en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) a la que el presidente Xi Jinping dio su apoyo y por el análisis que hace la Secretaría de Economía de anexión del gigante asiático al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TIPAT).
A la Celac también asistió Nicolás Maduro, a quien Estados Unidos no reconoce como presidente de Venezuela, y al mandatario de Cuba Miguel Díaz-Canel que no es bien visto por Washington, aunque México le dio un lugar especial en el desfile de Independencia, un suceso inédito.
En el tema de Cuba, cabe señalar que el gobierno mexicano ha planteado en siete ocasiones la exigencia del cese al bloqueo que Estados Unidos tiene hacia Cuba. La petición la han hecho el presidente López Obrador, el canciller Marcelo Ebrard y el embajador de México en las Naciones Unidas Juan Ramón de la Fuente, tanto en México como en el pleno de ONU.
A pesar de que la actuación de México no ha sido reclamada por Biden de forma pública. Al mismo tiempo, el gobierno mexicano insiste a Estados Unidos en la inversión para la expansión hacia Centroamérica de los programas Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida para contener la migración.
En esa misma cartera, en su reunión del jueves, la comitiva mexicana planteó a Blinken un programa de transferencias directas para América Central, pero hasta el momento no ha sido aceptada.