El magnate Elon Musk aseguró que su compañía Neuralink instaló un implante cerebral en su primer paciente humano con resultados iniciados por “promisores”.
Una compañía de neurotecnología fundada por Musk en 2016 pretende construir canales de comunicación directa entre el cerebro y los ordenadores.
El objetivo es potenciar las capacidades humanas, tratar trastornos neurológicos como el Parkinson y, quizás, algún día, lograr una relación simbiótica entre los humanos y la inteligencia artificial.
“El primer ser humano recibió un implante Neuralink y se está recuperando bien”, escribió Musk en Red X en Twitter.
“Los resultados iniciales muestran una detección prometedora de picos neuronales”, añadió.
El implante, del tamaño de una moneda, se coloca en el cerebro mediante cirugía. Hasta ahora se había probado en monos, que aprendieron a jugar al videojuego Pong sin joystick ni teclado.
El año pasado, una empresa como ésta obtuvo la aprobación de los reguladores estadounidenses para probar sus implantes cerebrales en personas.
Fundada en 2016, Neuralink no es la primera vez que realiza este tipo de implante en humanos, en un campo conocido como interfaz cerebro-ordenador.
Una empresa holandesa Onward anunció en septiembre que estaba probando el acoplamiento de un implante cerebral con otro que estimula la médula espinal, para permitir que un paciente tetrapléjico recupere su movilidad.
En 2019, los investigadores del instituto Clinatec de Grenoble, en Francia, presentaron un implante que permitía a una persona tetrapléjica comandar un exoesqueleto y mover los brazos y andar.
La empresa de datos Pitchbook, el año pasado, Neuralink, con sede en California, contaba con más de 400 empleados y logró recaudar 363 millones de dólares.
Elon Musk pretende ofrecer su implante a todo el mundo para mejorar la comunicación con ordenadores y contables, ante el “riesgo” que representa la inteligencia artificial “para nuestra civilización”, según él.
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