Naufragan los compromisos insignia

15 de Noviembre de 2024

Naufragan los compromisos insignia

Vengo a hacer un compromiso ante ustedes para que no haya más pobreza, no más hambre

FirmaPinocho

Juan Carlos Rodríguez

Erradicar la pobreza alimentaria, lograr la cobertura universal en educación media superior y hacer de México una potencia deportiva son algunos de los compromisos que se encaminan a quedar como promesas que el presidente Enrique Peña Nieto no podrá cumplir.

1 de abril de 2012. Guachochi, Chihuahua. Era el tercer día de campaña y había que comenzar con fuerza el repertorio de promesas electorales. Peña Nieto, candidato del PRI, escogió la Sierra Tarahumara, una de las zonas de mayor índice de marginación, para lanzar el compromiso de erradicar la pobreza alimentaria. Dicho objetivo se convertiría en emblema de la política social de su gobierno y se cristalizaría en la Cruzada Nacional contra el Hambre.

“No podemos ser un país moderno en pleno siglo XXI, cuando hay en México millones de mexicanos que padecen de pobreza alimentaria”, dijo esa vez el mexiquense. “Vengo a hacer un compromiso ante ustedes para que no haya más pobreza, no más hambre”, agregó.

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Los indicadores del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 exhiben que, en 2012, último año del sexenio del presidente Felipe Calderón, 6% de la población (equivalente a siete millones de personas) vivían en pobreza extrema y además padecían hambre. La Secretaría de Desarrollo Social los llamó “los pobres entre los pobres”.

El compromiso de Peña fue bajar ese porcentaje a cero y que esos 7 millones de mexicanos no sufrieran hambre. Sin embargo, cuatro años después, la cifra en lugar de descender aumentó. Datos del Cuarto Informe de Gobierno, presentado en septiembre pasado, revelan que en 2014 ya eran 7.2 millones las personas con hambre.

Los datos de 2016 no están disponibles aún debido a que la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2016 tiene como periodo de levantamiento del 21 de agosto al 28 de noviembre de este año. Existe, sin embargo, un indicador que refuerza el estancamiento de la meta. Se trata del porcentaje de la población en condiciones de pobreza multidimensional y con carencia por acceso a la alimentación. En 2012, el porcentaje era de 17.1 y la meta sexenal de Peña Nieto era bajarlo a 14. Después de cuatro años de gobierno, el avance ha sido cero y el dato sigue estacionado en 17.1 por ciento.

›”En materia de política social, el sexenio se acabó”, sentenció Marco Fernández, investigador de México Evalúa, organización especializada en análisis del desempeño gubernamental y aplicación del gasto.

Fernández afirmó que el próximo año es preelectoral y se trabajará con un presupuesto recortado, además de que estará lleno de presiones económicas con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, lo que hace suponer que el gobierno tendrá poco margen de maniobra para alcanzar las metas trazadas.

“La Cruzada Nacional contra el Hambre, estrategia para erradicar la pobreza alimentaria, cerrará el sexenio de una manera muy cuestionada, pues ha demostrado tener poca eficacia y falta de transparencia”, sostuvo Fernández, quien también es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.

En agosto de 2015, la Secretaría de Desarrollo Social publicó la Encuesta Panel para el Monitoreo de Indicadores de la Cruzada Nacional contra el Hambre, uno de los primeros estudios para analizar el avance de la estrategia. El sondeo analizó de manera focalizada la situación de cinco municipios (Zinacantán, Chiapas; Guachochi, Chihuahua; Cuilapan, Guerrero; San Felipe del Progreso, Estado de México, y Tehuacán, Puebla).

Aunque son casos donde la pobreza alimentaria se ha reducido drásticamente, sólo en un caso (Guachochi) se vislumbra la erradicación total del hambre antes de que culmine el sexenio peñista.

Bachillerato universal

4 de abril de 2012. Hermosillo, Sonora. Es el sexto día de campaña y el aspirante del tricolor mete el acelerador a sus propuestas de campaña. Se encuentra frente a empresarios y estudiantes. Se anima a lanzar uno de los compromisos más complicados de alcanzar:

“Ante esta juventud entusiasta vengo a firmar el compromiso de que en la próxima administración, en los siguientes seis años de gobierno, logremos alcanzar la cobertura universal de nivel preparatoria y bachillerato, para que sea una realidad para todos los jóvenes de nuestro país.”

México tenía en aquel entonces una cobertura de 68.5% en educación media superior, dijo Peña Nieto y dejó en claro que su compromiso era alcanzar el ciento por ciento. Pero las proyecciones de la Secretaría de Educación Pública muestran que, si bien se ha logrado un avance en la incorporación de jóvenes a la educación media superior, ésta aún lejos de ser universal.

En el último ciclo escolar con Felipe Calderón como presidente (2012-2013) la cobertura en bachillerato era de 65.9%, porcentaje que se elevó a 68.5 en 2013-2014, a 71.5% en 2014-2015, a 74.2% en el 2015-2016 y es de 77.8% en el 2016-2017.

Es decir, la inclusión de jóvenes en el bachillerato ha crecido a un ritmo anual de 3 por ciento. De seguir a ese ritmo, es probable que al final del sexenio se alcance entre 80 y 85 por ciento de cobertura, pero difícilmente el ciento por ciento que prometió Peña Nieto. Al menos 1.4 millones de jóvenes en edad de cursar la prepa seguirán fuera de las aulas.

Tortuguismo

27 de abril de 2012. Puebla, Puebla. Ante cinco mil jóvenes reunidos en el Auditorio Siglo XXI, Peña Nieto ofreció elevar a 45% la cobertura de educación superior, lo que implicaba incorporar a 1.5 millones de jóvenes a la universidad.

La promesa, sin embargo, avanza a paso de tortuga, pues mientras en el ciclo escolar 2012-2013 la cobertura era de 28.6%, para el ciclo 2016-2017 se ubica en 32.3. A ese paso, la promesa de 45% se alcanzará, pero hasta 2029.

Otro de los compromisos de Peña Nieto firmados ante notario fue crear 40 mil escuelas de tiempo completo. Datos del Programa Sectorial de Educación 2013-2018 refieren que mientras en 2012 había 6 mil 708, para 2014 había 23 mil 182; es decir, a ese paso era previsible que la meta se alcanzara sin problema para 2016. Pero la tarea se empantanó: en 2015 se elevó a 24 mil 507 y para 2016 llegó apenas a 25 mil.

Deportistas y mujeres

13 de junio de 2012. Ciudad de México. Faltan 18 días para las elecciones presidenciales. El candidato priista se reúne con diversas glorias del deporte nacional y se aventura a ofrecer “una plataforma, con visión de largo plazo, para reorganizar el sistema deportivo del país y transformar a México en una potencia en la materia”.

Las cifras están muy lejos del podio. Mientras que en 2012 se obtuvieron siete medallas olímpicas (una de ellas de oro), para 2016 la cosecha fue de cinco metales (ninguno de ellos de oro). Pero hay caídas más graves: mientras que en 2012 se atendían 11 mil 298 talentos deportivos, para 2016 sólo se dio apoyo a menos de la mitad, 5 mil 240, y mientras que en 2012 se invirtieron 39.8 millones de pesos en becas para atletas de alto rendimiento, en 2016 sólo fueron 31.1 millones de pesos para ellos.

De hecho, una de las metas del sexenio peñista era bajar de 29 a 25 el porcentaje de población de 5 a 19 años con sobrepeso y obesidad. Hasta mediados de este año, el índice se ubicaba en 28.2 por ciento.

Uno de los principales compromisos de Peña Nieto con las mujeres fue elevar el otorgamiento de créditos para las emprendedoras; sin embargo, desde que llegó a la Presidencia se ha reducido el número de proyectos con apoyo.

De los 3 mil 732 proyectos que se financiaban en 2007 cuando Felipe Calderón llegó a Los Pinos, la cifra se elevó a 5 mil 328 en 2012, último año del panista. Pero a partir de ahí sobrevino una caída paulatina, pues en 2013 el apoyo bajó a 5 mil 226 proyectos, en 2014 a 3 mil 902, en 2015 a 3 mil 805 y hasta julio de 2016 alcanzaban los 2 mil 355.

El número de mujeres beneficiarias se contrajo de manera notable al pasar de 29 mil 790 en 2013 a 22 mil 468 en 2014 y de 22 mil 177 en 2015 a 13 mil 811 hasta mediados de este año.