Esta mañana, Nature, una de las revistas científicas más reconocidas del mundo publicó un reportaje sobre el caso de los 31 científicos y administradores de ciencia para los que la Fiscalía General de la República, a cargo de Alejandro Gertz Manero, solicitó una orden de aprehensión en la cárcel de máxima seguridad de Almoloya de Juárez.
El reportaje, firmado por Sara Reardon, destaca que los cargos que se hicieron a las 31 personas relacionadas con las administraciones pasadas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y del Foro Consultivo Científico y Tecnológico A.C. (FCCyTAC) “son tan graves que incluso una acusación formal puede resultar en el encarcelamiento en una prisión de máxima seguridad sin libertad bajo fianza hasta el juicio”.
También apunta que la orden de aprehensión no fue concedida en dos ocasiones porque “no hay pruebas suficientes para un caso penal, pero el fiscal, cuya oficina no ha respondido a las preguntas de Nature, ha prometido continuar”.
Nature añade que los académicos acusados y el juez señalaron que la constitución del Conacyt ordenaba que pagara los gastos operativos del FCCyTAC, mismos que el propio Conacyt ha revisado y aprobado y han sido auditados periódicamente.
La revista también señala que más de 50 universidades y sociedades profesionales, incluidas las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos (NASEM), han escrito cartas abiertas y artículos de opinión condenando la acusación, y agrega que estás últimas señalaron: “Además de los inquietantes aspectos de derechos humanos de su situación, nos preocupa que las acciones contra nuestros colegas puedan tener un efecto paralizador en la comunidad científica mexicana en general”.
“Los investigadores (mexicanos) están muy decepcionados con el gobierno federal porque hemos perdido todo lo que habíamos ganado” en términos de financiamiento y apoyo de administraciones anteriores en las últimas décadas, le dijo a Nature Brenda Valderrama, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM y que no está entre los académicos acusados.