NASA vuelve a contactar con la sonda Voyager
Anteriormente, una serie de comandos provocaron que la antena se desviara dos grados, comprometiendo su capacidad para recibir señales
La NASA logró restablecer total contacto con la sonda espacial Voyager 2 gracias a un “grito interestelar” que ha enderezado la orientación de su antena.
Lanzada en 1977, se encuentra a más de 19 mil 900 millones de kilómetros de la Tierra, más allá del sistema solar.
Una serie de comandos provocaron por error que la antena se desviara dos grados, comprometiendo su capacidad para enviar y recibir señales de la Tierra.
No se esperaba que la situación se resolviera hasta al menos el 15 de octubre, cuando estaba previsto que realizara una maniobra automatizada de realineación.
Pero los ingenieros consiguieron la ayuda de múltiples observatorios terrestres para detectar una onda portadora de la Voyager 2, aunque la señal era demasiado débil.
El Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA, que construyó la sonda, dijo que había tenido éxito para enviar instrucciones que enderezaran la nave.
“Las instalaciones de la Red de Espacio Profundo de la agencia en Canberra, Australia, enviaron el equivalente a un ‘grito’ interestelar”, informó el JPL.
La sonda comenzó a devolver datos científicos y de telemetría a las 12.29 hora del Este de Estados Unidos del 4 de agosto. “Está operando normalmente y que permanece en su trayectoria esperada”, dijo el JPL.
Faro de la humanidad
La Voyager 2 abandonó la burbuja magnética protectora proporcionada por el Sol, en diciembre de 2018, y actualmente está viajando por el espacio.
Antes de dejar el sistema solar, exploró Júpiter y Saturno, y se convirtió en la primera y única nave espacial en visitar Urano y Neptuno.
La Voyager 1, gemela de la Voyager 2, fue la primera sonda de la humanidad en entrar en el espacio interestelar, en 2012.
Por ahora, las dos sondas continúan transmitiendo datos científicos, aunque se espera que sus baterías se agoten en algún momento a partir de 2025.
Luego continuarán vagando por la Vía Láctea, probablemente por la eternidad, en silencio.
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