Expertos de la ONU cuestionaron al gobierno de Cuba por serias denuncias de tortura de los presos políticos a raíz de las manifestaciones del 11 de Julio que encendieron las calles de la isla y despertaron el clamor de miles de jóvenes cubanos en busca de mejores condiciones de vida, democracia y libertad. El escenario que pintó el Comité contra la Tortura (CAT) sobre lo que ocurre en las cárceles cubanas es dantesco.
El CAT empezó de nuevo sus sesiones presenciales en Ginebra después de estos largos años pandémicos y de fríos encuentros virtuales. Entre los países que pasan por la lupa de los expertos en este ciclo se encuentra Cuba y como es costumbre en estas sesiones en el primer encuentro surgen cuestionamientos y en el segundo, que suele ser al día siguiente, el estado analizado responde.
Poco a poco el debate fue subiendo de tono. Primero el embajador de Cuba presentó el informe del país en el que se reflejaba un estado parecido a Disneylandia en donde se respetan los derechos humanos de todos, incluyendo a los presos. Sin embargo, los expertos empezaron por recordarle a La Habana que ni siquiera el concepto de “tortura” está tipificado en su legislación de manera acorde a la Convención de la ONU contra la Tortura.
El relator para Cuba y vicepresidente del CAT, Sèbastien Touze de Francia, preguntó a la delegación cubana sobre denuncias de tortura de los presos políticos, especialmente artistas y periodistas que fueron encarcelados en las protestas del 11J. El experto se basó, entre otras fuentes, en un informe que presentó la respetada de Prisoners Defenders.
El informe sostiene que: “Desde las protestas masivas del 11 de julio, Cuba ha exhibido los índices de represión más altos registrados en décadas, con más de cinco mil detenciones arbitrarias y más de mil 200 prisioneros políticos procesados’’. El documento entregado al Comité analiza las torturas y malos tratos de 101 casos actuales y concluye que “el 100% sufren uno o más tipologías de tortura y malos tratos’’. Preocupan los casos del menor de edad Jonathan Torres Farrat y del líder prodemocrático, pacífico, social y humanista, José Daniel Ferrer.
Touze cuestionó sobre el cargo por “sedición” además de largas sentencias de hasta 30 años para los manifestantes. Además, observó que Cuba es uno de los países con el mayor número de presos en el mundo con relación a su población con unos 122 mil con una condena, de los cuales 38 mil no tienen antecedentes penales: “El 0.79% de los cubanos está en prisión”.
El experto cuestionó encarcelamiento de menores de edad, “los padres de 55 de ellos no saben en qué cárcel están sus hijos” y acusó las condiciones en las cárceles cubanas: hacinamiento, falta de agua potable, de alimentos, de medicamentos, no hay baños suficientes, moho que invade las celdas sin ventanas, cortes de electricidad, pésima higiene, inmundicia, ratas, cucarachas... Una situación degradante.
“Nos ha costado trabajo encontrar fotografías o video para ver las condiciones en las que se encuentran 101 comisarías en donde se lleva a cabo la prisión preventiva de los detenidos”, dijo Touze quien demandó el número exacto de personas en esos centros y criticó el abuso de la detención preventiva y la detención arbitraria “persistente”.
Asimismo, Touze quiso saber sobre el aumento de la prostitución y la trata en el país, cosa que el embajador de Cuba Juan Antonio Quintanilla Román negó de manera categórica: “En Cuba hay cero tolerancia para la trata”.
Se habló también sobre las dudas acerca de la independencia de jueces que deben estar alineados a los principios de la revolución y al “orden socialista”. Los expertos del CAT hicieron más preguntas e incluso se exhortó al gobierno a recibir una visita de la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, para que pueda observar la situación en el terreno.
Tan acalorado se puso el debate y tan fuertes los cuestionamientos del CAT que por solicitud de La Habana la sesión programada para el viernes 22 de abril se pospuso para que lleguen a Ginebra más funcionarios cubanos y aclaren de viva voz las dudas de los expertos.
EL pueblo cubano se hunde en una ola de represión, detenciones arbitrarias, tortura, negación a su derecho a la libertad de expresión y a la manifestación para mostrar su descontento. Vamos a ver qué le responde el gobierno de Díaz-Canel a los expertos del Comité de la ONU. Se va a poner bueno.
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