Sacerdotisas 4T

1 de Noviembre de 2024

Gabriela Sotomayor

Sacerdotisas 4T

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La forma de “gobernar” del presidente Andrés Manuel López Obrador no hace pensar en los grandes estadistas. Más bien lo que viene a la mente son los Ayatolas, lo suyo no parece un movimiento político, su 4T se asemeja a la composición de una secta o un régimen islámico, claro con sus modificaciones, porque en su religión sí se permiten sacerdotisas. Es contradictorio, odia a las mujeres que protestan en las calles, a las que gritan por sus derechos a la vida, a la salud y a decidir sobre sus cuerpos. A ellas las detesta, sin embargo, a las mujeres cuatroteras, las quiere mucho porque trabajan para él.

Ellas no luchan por la causa de las feministas, que no se quieran poner esa bandera porque les queda muy grande. Es loable que haya tantas mujeres en altos cargos, pero es detestable que lo último que hacen es defender a las mexicanas.

AMLO es el ayatolá, ellas sus sacerdotisas. Vamos a dar un paseíllo con algunos nombres de la larga lista. Empecemos por la obligada, la Dra. Claudia Sheinbaum. Además de que ya vimos que no tiene muy buen carácter (qué meyo, Durazo pasó aceite, casi le pega y qué tal su dedito señalador, que nadie se le ponga enfrente ¡porque muerde!) Bueno pues ya sabemos que ha sido la incondicional del Presidente, a todo le dice que sí de manera muy obediente y por eso la sientan a la derecha del padre.

Toda su lealtad será recompensada, además de maletas Louis Vuitton, tendrá su depa en un Palacio y un país a sus pies. ¿No está mal, eh? Lo cierto es que ella es “des-agraciada”, no tiene jale, ha utilizado su puesto para posicionarse, se rodea de “porros” como Batres, la estrategia le ha funcionado. Ahora la curiosidad es verla en campaña porque la única manera en la que hasta ahora ha llenado el Zócalo es por los conciertos, se dio vuelo con el TikTok.

Presume que deja “buenas cuentas”, porque bajaron 58 % “los delitos de alto impacto” ¿y los de bajo amá? Por supuesto que Omar García Harfuch ha hecho una estupenda labor, pero todavía no se aclara el intento de asesinato de Ciro Gómez Leyva… ¿será eso de más altura?

Rosa Icela se le cuadra a su jefe. Como hay desbandada en el gabinete, pues alguien de confianza tenía que quedarse ¿no? Alguien que le dedica 24/7 a su trabajo, que lee lo que le ponen enfrente, que va a estar cerquita de su maestro oyendo sus chistoretes, porque debemos reconocer que AMLO es muy simpático y tiene su charm.

La maestra Delfina cuenta con toda la aprobación de su Pastor ¿Se imaginan? Es la primera en traerle un triunfo fundamental para sus planes maquiavélicos. Ella tan servil que quitó las Escuelas de Tiempo Completo y dejó en la calle a unos 3.6 millones de niños y a sus mamás. De ese tamaño fue el golpe bajo que la morenista le dio a millones de mujeres trabajadoras con tal de tener contento a su Cardenal y seguir “aportarndo” tal como hizo en Texcoco.

La fina Layda Sansores, la mera mera de Campeche, la galla colorada que le recita versos a su Jaguar, pero amenaza a las parlamentarias con publicar supuestas fotos comprometedoras enviadas al líder del PRI. No le importó pisotear a las diputadas con tal de hacer el juego sucio por su venerado señor. Su lealtad está con él, algo tiene que pagar por estar ahí rodeada de lujos y servidumbre como en la época colonial.

Y desde Yucatán, Mara Lezama, también fue a rendirle tributo a su Imam, ataviada con su traje típico, que es típico de las sacerdotisas 4T, se disfrazan, no se visten. Lo siento, pero no le llegan a Frida Kahlo, ella nunca se hubiera hincado ante ningún patriarca. Prefiere encubrir un ecocidio con tal de seguir contando con magnos beneficios… pero habla de justicia social.

Y ni qué decir de Luisa Alcalde, quien vino a Ginebra a participar en la conferencia anual de la OIT. Su participación fue decorosa, pero irrelevante. Se dedicó a echarle porras a los programas estrella de AMLO y de paso defendió las fuentes de trabajo por el Tren Maya. Ella con todo y sus familiares han recibido a manos llenas de la 4T. Desde adolescente, se le ha visto subyugada por el carismático Pastor y es su fiel seguidora.

Y finalmente Beatriz Gutiérrez Muller, la sacerdotisa principal, aparece cuando debe y desaparece cuando tiene qué hacerlo. Es obediente. Las mujeres cuatroteras se hunden bajo el encanto de su “Mesías Tropical”, una mirada, un reconocimiento, una foto abrazaditos, un cariñito en público, cualquier gesto lo agradecen porque las ha mirado y con eso les basta para seguir trabajando felices por la transformación del país y la acumulación de poder de su líder. Benditas sean.

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