La CNDH con su titular Rosario Piedra ha sido defensora a modo de los derechos humanos. Se ha mantenido al margen ante los casos más apremiantes y su gestión ha sido irrelevante. Sin embargo, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador lanza una consigna como la de reducir el número de desaparecidos para que su sexenio no registre un número mayor que los de Felipe Calderón, ella no tiene ningún reparo y sale al quite.
AMLO descalificó a la extitular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) Karla Quintana y lanzó acusaciones contra ella en el sentido de haber abultado la cifra de las desapariciones que se han registrado durante su sexenio: “De repente ella da a conocer que hay 126 mil desaparecidos en México y que la mayoría de los desaparecidos era del tiempo nuestro. A ver, ¿ahora resulta que nosotros estamos desapareciendo gente?’’.
Y ahora la CNDH se lanza contra Quintana acusando que ella “fue omisa en rectificar la existencia de más de un registro único con relación a una víctima, y sus familiares, pese a tener información necesaria para ello; y además ser omisa en la emisión de lineamientos para la operación del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO)’’.
Sin embargo, es sabido que una persona puede estar reportada como desaparecida cinco, 10 o mil veces por distintas autoridades o familias, pero solo se cuenta una vez en el RNPDNO. Para eso hay algoritmos de identificación de duplicidades.
Y luego la CNDH agrega que esto “repercute directamente en informaciones carentes de validez y que de manera alguna pueden brindar certeza a la sociedad acerca de la verdad con relación a las cifras de desaparición forzada en nuestro país’’. ¿De dónde sacó esa conclusión la CNDH? ¿Por un caso? Y ahora por eso recomienda “unificar los dos registros existentes’’. ¿El de la 4T y el de la CNB? Es clara la intención. Esto es muy preocupante.
Sobre el censo de AMLO, el Comité de la ONU sobre Desaparición Forzada (CED) argumentó: “El proceso de actualización del RNPDNO que se está llevando a cabo por iniciativa de la Presidencia no cumple con los criterios establecidos en el Protocolo Homologado de Búsqueda y en estándares internacionales aplicables a la materia para este tipo de actividad’’.
El censo “no es ejecutado por autoridades competentes en materia de búsqueda, sino por otras instancias; no cuenta con metodología clara y transparente y mecanismos que permitan la participación de los familiares de las personas desaparecidas. En su implementación se han denunciado actos de revictimización, incluyendo señalamientos contra los familiares por ocultar el paradero de sus seres queridos. Además, preocupa la seguridad de la información contenida en el RNPDNO y el acceso al código fuente’’, observó el CED ya que no está previsto por la ley que todos en el SNB tengan acceso al registro. Los datos podrían caer en manos del Ejército, por ejemplo.
Después de haber renunciado a la CNB, Quintana dijo en un seminario del Colmex: “Es clara la intención de este censo, que es el reducir los reportes de desaparición, principalmente en este sexenio’’. Advirtió que se corre el riesgo de que personas desaparecidas sean dadas de baja solo con un indicio de localización o en casos homónimos o mediante la instrucción al código fuente del RNPDNO de quitar a quienes, por ejemplo, no tienen un segundo apellido “con tal de reducir el número”.
“La búsqueda es un asunto de Estado, no debe ser partidista. El hecho de que exista un indicio no significa localización”, afirmó Quintana, quien subrayó que hasta su renuncia había una trazabilidad para la baja de registro. Es decir, solo podía ser llevado a cabo por autoridades buscadoras, mediante firma electrónica y conforme a la ley, pero ahora con el censo del Bienestar podrían dar otra instrucción.
En diciembre está prevista otra conferencia del Colmex sobre desaparecidos y se espera la presencia de Karla Quintana. Con las acusaciones de la CNDH, ¿la quieren intimidar? ¿Silenciarla?
En México una persona desaparece cada hora en casi total impunidad. Palacio Nacional en su intento por rasurar la cifra transgrede la ley y lanza todo el aparato contra una mujer reconocida por su integridad. Y mientras tanto los familiares se hunden en un mar de angustia viendo que sus desaparecidos volverán a desaparecer por un capricho presidencial. Qué vileza.