Otra galla cuatrotera...

29 de Noviembre de 2024

Gabriela Sotomayor

Otra galla cuatrotera...

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Qué desafortunada sorpresa nos llevamos con el tono y las respuestas de la embajadora de México ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luz Elena Baños, en la audiencia solicitada por más de una decena de organizaciones civiles a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la militarización de la seguridad pública en México. Su conducta en un evento en Washington recordó el estilo peleonero de La Colorada, la venerable gobernadora de Campeche. Qué desprestigio para la diplomacia mexicana. Es lamentable.

En la sesión liderada por la presidenta de la CIDH, Julissa Mantilla, participaron #Seguridad Sin Guerra, la CMDPDH, Centro Prodh, Intersecta, entre otras, también la comisionada relatora para México, Esmeralda Arosemena, y el relator especial sobre libertad de expresión Pedro Vaca, quienes cuestionaron al Estado sobre la militarización de la política de seguridad pública a partir de 2019.

Baños leyó un documento que parecía enviado de uno de los escritorios de Palacio Nacional. Se fue como hilo de media lanzando datos de los que no dio la fuente. Sin contar la liberación del hijo de El Chapo, Baños dijo que fueron detenidos más de 65 mil integrantes de “bandas delictivas” y más de seis mil de “bandas criminales”. Anda, pues.

Presumió que desde 2019 con la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador se incautaron toneladas de fentanilo, heroína, marihuana, dieron golpes millonarios contra la economía del crimen organizado, detuvieron a más de cuatro mil secuestradores y se logró una “disminución de la incidencia delictiva”. Si las cosas iban tan bien, entonces, ¿para qué militarizar al país?

Y sin ningún filtro ni asomo de criterio, Baños leyó el mensaje de AMLO: “En el México de ahora a diferencia de los gobiernos neoliberales, cuando ustedes guardaban silencio cómplice, no se violan derechos humanos y ninguna corporación militar comete actos de barbarie como torturas, masacres o ajusticiamientos. Los conminamos respetuosamente a que dejen de servir, dejen de simular y dejen de actuar como arietes del conservadurismo”.

Y que le corrigen la plana: “La audiencia no es sobre la política de seguridad, es sobre la militarización de la política de seguridad”, dijo Luis Daniel Vázquez de #SeguridadSinGuerra. Vaca, la enfrentó: “No creo que esa etiqueta (conservadores) sea para quienes estamos aquí, al menos para mí, yo creo que esa etiqueta vuelve simples situaciones complejas’’ y animó al Estado a no usarlas “para quienes defendemos derechos humanos’’.

De ONU-DH, Guillermo Fernández Maldonado, recordó que desde hace 20 años, la ONU ha señalado que la militarización no sólo contraviene la Constitución y los tratados firmados por México, sino que “ha agravado la situación”.

Las ONG pidieron a la CIDH que inste al gobierno a dar información sobre el marco normativo que rige las acciones de inteligencia de las Fuerzas Armadas; que rinda cuentas sobre el espionaje a periodistas con Pegasus; que emita una opinión sobre la militarización en México y que cuestione al Estado si se encuentra en un “estado de excepción’’ que justifique la presencia de militares en las calles.

Y para acabar con el cuadro, me cuentan por ahí que con motivo del 50 aniversario de España como estado observador en la OEA, depositaron una ofrenda floral ante la escultura de la reina Isabel La Católica en el edificio de la OEA en Washington.

Pues resulta que Baños en plena ceremonia lanzó a gritos sendos insultos contra España. Tal fue el escándalo que un embajador la tuvo que callar e invitarla a retirarse. Y claro durante el brindis de lo único que se habló fue del florido vocabulario de la eminente diplomática.

Pregunté a la Misión de España en la OEA su reacción a tan desafortunado suceso y sin desmentirlo respondieron que transmitirán mi solicitud a la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación “que procederá a contestarle’’.

México se hunde en la irrelevancia y en el ridículo con algunos de sus representantes en el servicio exterior. A pesar de que Baños es diplomática de carrera pues de diplomática no tiene nada y se juega todo para agradar a su jefe. Podría haber respondido de otra manera en la audiencia de la CIDH y comportarse en la ceremonia de España, pero prefirió irse por la vía pendenciera. ¡Salió galla la embajadora!