El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, afirmó que la escasez de medicamentos para los niños con cáncer es una historia creada con fines golpistas y afirmó que era “una mentira’’.
Ojalá que el desabasto de quimioterapias fuese una ficción, un pasaje de una mala novela y que las muertes de mil 600 menores no estuvieran lacerando el corazón de sus padres.
Imposible saber si López-Gatell tiene algún sentido de humanidad, pero lo que sí tiene de sobra es zalamería y una fidelidad incondicional casi perruna para el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Las palabras del Subsecretario quedaron grabadas para su vergüenza: “Esta idea de los niños con cáncer que no tienen medicamentos , cada vez lo vemos más posicionado como parte de una campaña más allá del país, de los grupos de derecha internacionales que están buscando crear esta ola de simpatía en la ciudadanía mexicana ya con una visión casi golpista’’, dijo López-Gatell en entrevista (25 junio).
“Este tipo de generación de narrativas de golpe a veces se ha conectado en la historia de Latinoamérica con golpe, golpe, golpe de Estado (…) Es una táctica o estrategia de guerra psicológica (…) están buscando cómo pueden crear una consigna suficientemente persuasiva para incitar una revuelta pública’’, dijo.
Sin embargo, a pesar de lo dicho, el mismo López Obrador y su rémora trataron de hacer control de daños.
Reconocieron el desabasto, le manifestaron su “respeto’’ a los padres y dicen que están haciendo hasta lo imposible por conseguirlos. Buscan en Corea o Japón lo que se podría encontrar casi de inmediato en el país, no muy lejos de Palacio Nacional, en la planta de oncológicos de Pisa en Coyoacán.
El objetivo del gobierno de AMLO era castigar a quienes han hecho “negocios corruptos’’ en la industria farmacéutica, pero cuando se dieron cuenta de la escasez ¿no les importó que pudiera costar vidas de los enfermos?
A pesar de que los niños empezaron a morir por falta de tratamiento para el cáncer ¿siguieron adelante?
Y en lugar de tratar de solucionar de inmediato el problema y quitar el veto injustificado a empresas como Pisa, ¿abandonaron a su suerte a los niños ? ¿El castigo es para las víctimas?
Los medicamentos no llegan. El desabasto de medicamentos, especialmente oncológicos, provoca muertes. El Estado es responsable de garantizar el derecho a la salud y el derecho a la vida.
Si por negligencia o por dolo no han cumplido esos derechos y ha habido personas que han perdido la vida por dicha causa, entonces es necesaria la rendición de cuentas.
La sociedad civil debe urgir a expertos de la Organización Mundial de la Salud, al Comité de la ONU de Derechos del Niño y la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos a llevar a cabo una investigación expedita, comprensiva y transparente sobre las muertes de al menos mil 600 niños con cáncer de 2018 a la fecha.
Si la razón es que se truncó la vida de esos niños porque no tuvieron medicamentos que pudieron ayudarles a vencer su enfermedad, entonces que los culpables sean llevados ante la justicia.
Dejar a miles de menores sin acceso al medicamento con conocimiento de causa es absolutamente criminal. Y están en riesgo otros diez mil niños que son presa de esa terrible enfermedad.
Como me dijo Mike Ryan el jefe de emergencias de la OMS : “Es una tragedia escuchar que en México los niños van a morir de manera innecesaria por cánceres que pueden ser tratables”.
Miles de familias se hunden en el dolor y en la zozobra por no tener asegurado el tratamiento de sus hijos, por no saber cuándo llegará la medicina, por no tener medios para comprarlas en el extranjero. Miles de niños son arrebatados de la posibilidad de tener un futuro porque dependen de la ineptitud y la negligencia del gobierno de Palacio Nacional. Qué tragedia.